En un laboratorio abandonado
Vivian un ratoncito
Con los ojos colorados
Dormía con desidia todo el dia
En una cama de paja que tenía.
Un día se despertó el desdichado
El las garra de un gran gato gris rayado
Temblando de temor le fue llorando
Pidiéndole perdón por molestarlo.
Pero el gato con furor, dijo al ratón
¡Como tienes la insolencia pequeñajo!
De dormir en mí aposento
Alterando mí descanso.
El pobre ratoncito se retuerce
Suplicándole al gato que lo suelte
Ni las lágrimas pudieron ablandar
Cuando al gato rabioso escucho maullar.
Más cuando no contaba con su vida
El gato se lo mira, y lo remira
Modificando el maullido en dulce tono
Aflojando las garras, le dijo… ¡Te perdono!
Ana Olmo
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