Bien venido

SI TE GUSTA LA POESIA ESTAS EN TU CASA

martes, 27 de septiembre de 2011

Mi guitarra


Mi guitarra

Si yo pudiera rasgar
Las cuerdas de mi guitarra
Sacarle trinos de alondra
Para alegrar tus mañanas.

Si yo pudiera amor mío
Dejar sobre tu almohada
Dos claveles reventones
Y cuatro camelias blancas.

Si yo pudiera… Te digo…
Colgarme de tu mirada
Medrar en el firmamento
Como una estela dorada.

Si yo pudiera abrazarte
Como abrazo mi guitarra
Tocar con delicadeza
Cada fibra de tu caja.

Pero se me van los dedos
Por que me nace del alma
Y entrelazando tu pelo
Oigo a la Alondra en la rama.

Y mi corazón bien sabe
De las heridas del alma
De soledades y penas
Bajo una losa sellada.

El tiempo se me hace eterno
Eterna la madrugada
Llorando un amor baldío
Que se perdió en tu alborada.

Ana Olmo 03/09/2011

Tu eres brisa


Tú eres brisa

Eres esa brisa fresca
Que besa los secos páramos
Eres deseo y lujuria
De una noche de verano.

Eres anhelo en mi pacho
Que clama tu amor sin pausa
Eres la risa en mi rostro
Al despuntar la mañana.

Eres ruiseñor en el alfeizar
Que decora mi ventana
Eres esa dulce melodía
Que me dice que me ama.

Eres el hombre que espero
Y del que no dudo siquiera
Por que si estoy a tu lado
La vida es mucho más bella.

Ana Olmo/5/08/2011

lunes, 18 de julio de 2011

barrio silencioso


Barrio silencioso

En el barrio de los muertos
Donde moran los cipreses
Ingresaron dos difuntos
Hace cosas de tres meses.

Eran dos viejos amantes
Que plantaron sus raíces
Encarcelados por siempre
En sarcófagos de mimbre.

Van silbando los cipreses
Notas a favor del viento
Favoreciendo el reposo
Y el descanso de los muertos.

Todo el que acaba en la tierra
Salió de algún vientre fértil
Y hay en su losa de granito
Un epitafio yacente.

Aquí yazco con mi amada
Se consumieron las vidas
Quedándose en el olvido
Una vida de fatigas.

Ana Olmo 12/06/2011

Furtivo


FURTIVO
Yo tan solo puedo amarte
De una manera furtiva
Pues soy cazador de trinos
Y tú eres alondra lista.

En los secos pastizales
Escondo mi cobardía
Si tú eres de noche alondra
Yo seré un halcón de día.

Un ave que ardía en deseos
Volando subió a las nubes
Y encontró una bella alondra
Que tenía ojos azules.

Quiso olvidar el halcón
Y se quedó encadenado
Prendado y enamorado
El corazón le entregó.

Sintió en su vida una losa
Que su pecho aprisionaba
Dibujando mariposas
Se las entregó a su amada.

Ana Olmo 12/06/2011

Tu eres iman


Plácidas son las horas, de la noche cuando duermo,
Y nerviosa me levanto, los días que no te veo.
Voy de un lado para otro, mirando la hora a escondida,
Y es como escalar la cumbre, sin crampones a medidas.


El viento escribe tu nombre, con besos,
Sobre mis cortinas, que no se están quietas,
Y desde lejos, me trae los lamentos,
De algo que murió, sin vivir apenas.

Quiero alejarme de ti, y no tengo fuerzas,
El viento me arrastra, de nuevo a tu vera,
Por que tú eres un imán, y yo soy el hierro,
Que a mi débil cuerpo tu poder doblega.

En las ráfagas de viento, en el sonido del bosque,
En las animas del limbo, y la negrura de la noche,
En la blancura de la nieve, que con el sol, va muriendo,
En todo lo que no es, te veo…,
Y en sueños, aun sin quererlo, en sueños te sigo viendo.


Ana Olmo

Rie el corazón


Ríe mi corazón rebozante de alegría,
Mis ojos reflejan rayos dorados cuando nace el día
Cuando tú recuerdo que alimenta mi mente
El tiempo que paso contigo se hace muy corto pero suficiente.

Luego me quedan los dulces recuerdos en el día a día,
Me gustan tus ojos dos trozos de cielo que alumbran mi vida
Tus labios carnosos tus dientes perfectos igual que el teclado
Que puede tocar dulces melodías.

Recuerdo tus manos suaves y haladas sobre mis mejillas
Luego dulcemente bajan por mi espalda y me desafías
Me estrujas me besas me apartas y miras
Y yo correspondo a tu reto, moviendo caderas, coqueta y altiva.

Son estos momentos que cuando estoy sola me arrancan sonrisas
Me llenan de gozo y brillan mis ojos de pura alegría
Es tan corto el tiempo que puedo tenerte para mi solita
Pero me conformo por que te disfruto
Como si en cada segundo que estoy en tus brazos me fuera la vida.

Ana Olmo

La chicharra

POEMAS DE ANA: LA CHICHARRA

domingo, 29 de mayo de 2011

El atracon


No es que la noche anterior
Ayunásemos pensando.
En darnos un atracón
Que quedásemos temblando.

Josep el dueño de la finca
Nos invitó a comer un día.
Rollitos de primaveras
Y un arroz que el mismo hacia.

Más señores no me explico…
Como se pudo acabar.
Zampando como borricos
Tan esplendido yantar.

Pues no nos faltó de nada
Como habréis podido ver.
Pues ya no cabía en la mesa
Ni un palillito de pié.

La morcilla, los chorizos
La tortilla pá am tomaca.
La pizza y el gazpachito
Que hizo una sevillana.

¡Y de la bebida! ¡Digo!...
Menuda sangría hicieron.
Yo no sé quien fue el autor
Pero era un elixir del cielo.

La ensaladita de hierbas…
Cosecha del anfitrión.
Que fue al monte a recogerlas
Y se pegó un madrugón.

Pasamos un dia excelente
Pues el clima acompaño.
Desde el naciente, al poniente
Lorenzo nos calentó.

Y como me considero
Criatura agradecida.
Les preparé unos pestiños
Para endulzarles la vida.

Y que no se nos olvide
El granizado de limón.
Que Josep nos preparó
Para hacer la digestión.

¡Y ahora señores míos!
¡Tachinn! si quedaron con ganas.
Entre las tres les mostramos
El coc de la sevillana.

Ana Olmo

Juegos de niños


Ya viene el buen tiempo
Y se abren las ventanas
Ya se oyen los niños
Jugando en la plaza.

Ya se oyen las risas
Que da la inocencia
Juegan relajados
Pues la tarde es buena.

Juegan los chávale
Al Gua y la comba
Y enredan la cuerda
Sobre una peonza.

La tiran la cogen
Y la vuelven a tirar
Y entre sus deditos
La hacen bailar.

Que gozo sentimos
Al ver a los niños
Satisfechos y hartos
Rebosan cariño.

Ana Olmo

Incorporeo


Vi tu cuerpo suspendido
En una estela dorada
Extendiéndome los brazos
En una muda llamada.

Quise abrazarte y no pude
Te mande besos de llanto
Y un ritual de amor y pena
Compañero de quebrantos.

Vi tu cuerpo suspendido
Lo mismo que al partir
La sombra intacta
Se ilumino al trasluz
Cual sombra abstracta.

Ana Olmo

Famelico


FAMELICO

Famélico tengo el cuerpo
Con hambre de amor sincero
Hambre que nunca sacié
Hambre que saciar no puedo
Por no poderte tener.

Hambre tengo de tu cuerpo
Hambre de comerte a besos
De poder libar el néctar
Que fluye en todos los poros
De tu cuerpo de mujer.

El hambre que de ti siento
Es cobarde y traicionero
Debilita mi razón
Hundiendo todo mi cuerpo
En la desesperación.

Quiero sentir, quiero vivir
Y con mi lengua escribir
Sobre tu cuerpo yacente
Un corazón tan caliente
Que haga tu boca sin pudor gemir.

Ana Olmo

En pos de la muerte


Sueña la niña entre algodones blancos
Sueña con un cielo azul y estrellado
Juega al pilla, pilla con los angelitos
Y soñando grita a sus amiguitos.

Les dice que quiere llevarlos con ella
Navegar despacio junto a las estrellas
Que tiene un velero que le han regalado
Hecho de conchitas del mar decorado.

Sueña la niña entre algodones blancos
Y entre sueño ve a mamá sentada
Tejiendo una capa con mucho cariño
De pelo de armiño como nube blanca.

Siente como un eco que rompe su pecho
Y una nube negra enturbió su mente
Pues se ha dado cuenta que no está soñando
Que dejo este mundo en pos de la muerte.

Ana Olmo

El Álamo y el rio


En la orilla del río
Hay álamos blancos
Perlas de rocío
Orlan su aledaño.

Cuando el frío aprieta
Cuando el sol se duerme
Espadas de hielo
Atrezos de duendes.

Tremolan las hojas
Del álamo blanco
Mientras una Alondra
Le regala un canto.

Y mientras entretanto
La Alondra labora
Un nido de suaves flores
Y hiervas acogedora.

Temo al tiempo, dice el álamo
Dirigiéndose a la Alondra
Y tú debieras temer
Que yo perdiera mis hojas.

Cuando marche el triste otoño
Y comience el crudo invierno
Dime que harán tus retoños
En este álamo sin techo.

Desnudo ante el mundo
Bajo el triste cielo
El Álamo espera
Que pase el invierno.

Ana olmo

Colgado en la sombra


Dejé colgado en tus pestañas
Pensamientos reprimidos
Vi reflejado en tus ojos
Muchos sueños no cumplidos.

Me deslumbro la tristeza
Que emanaba tu mirada
Y en silencio me decía
Que seguía enamorada.

Oigo tu voz cando callas
Y al hablar desaparecen
Voces salen de las sombras
De los cuerpos que fenecen.

Me acongoja ver que sufres
Tus penas las hago mías
Y ese temblor en tus labios
Que delata tu agonía.

Si yo pudiera arrancar
De tu vida el sufrimiento
Te daría cuanto tengo
Y un corazón muy sincero.

Ana Olmo

Calles del tiempo


La inocencia voló con tus manos
Y un eco lejano rompió mi dolor
Que se fue por las calles del tiempo
Sembrando lamentos en mi corazón.

En mi mente callada y ausente
Surgió de repente primavera en flor
Y libé como abeja indolente
Esa miel caliente que me dio tu amor.

Cual veneno que emponzoña el aire
Como embrujo ciego mi cuerpo secó
Se perdió la alegría y donaire
Que desde la cuna Dios me regalo.

Ana Olmo

Boca con boca


Yaciendo en el triste tálamo
Penumbra gris de la alcoba
Abierta espera a su amante
Entre sabanas de blonda.

Con sinuosas miradas
Ella recibe a su amante
Dibujando corazones
En su espalda delirante.

Se funde boca con boca
Expulsando lava y fuego
Y en la penumbra de la alcoba
Se fundieron…
Como un solo cuerpo los amantes.

Una amalgama de sabanas había
Y un olor sexual llenó el ambiente
Para luego volverse indiferente
Enfriándose el ardor, calladamente
En la piel de los amantes a escondidas.

Ana Olmo

Armoniosa Oda


Que nunca peine nadie
El manto de tu pelo
Que a mi me corresponde
Mesar tu pelo negro.

Igual que olas de espuma
Se encrespa tu melena
Que cubre de azabache
Tu cuerpo de sirena.

Solo yo soy el dueño
De tus dos labios rojos
Del color esmeralda
Del lago de tus ojos.

De ese talle de junco
Cuando lo mece el viento
Armoniosa oda
De pasión en movimiento.

Torso que se desmaya
Al tacto de mis dedos
Desafiando el roce
Tan erguidos y tersos.

De amor se prendieron llamas
En negras rejas de celo
Tú eres la rosa encendida
Yo el rocío mañanero.

Rocío que se alimenta
De tus pétalos abiertos
De tu aroma y tu fragancia
Donde quedo prisionero.

Ana olmo

martes, 24 de mayo de 2011

Tramontana


Dios mío,
Que larga se me hace la noche
Oyendo tu sonsonete
Estúpido viento de tramontana
Que en mi cabeza se mete.

Justo enfrente de mi ventana
Hay dos olmos grande y verde
Y puedo ver en sus ramas
La furia con que las meces.

Sintiendo estoy las persianas
Que en la ventana golpean
También tú golpeas mi alma
Porque dormir no me dejas
.
Como me duelen los ojos
Toda la noche intentando
Conseguir dormir un poco
Pero tú sigues silbando.

Viento rastrero que arrancas
Del suelo plantas y flores
Secando la tierra fértil
Y sembrando malas pasiones.

Ana Olmo

Tomillo y brezo


Escucha, mi amor…
Yo sé que te gusta
Caminar por los senderos
Cuando con la noche oscura
La luna ilumina, el suelo.

Pedregoso es el camino
Y en los márgenes creciendo
El tomillo, y la romana,
La siempreviva, y el brezo.

Yo quiero que tú me lleves
Un día de primavera
Contigo hasta las montañas
A recolectar las hierbas.

Cuéntame de sus milagros.
Pues no necesitas ciencia
Tú sabes que el mal de amores
No lo cura la gatera.

Entre plantas anda el juego
Elige la que tú quieras
Tienes la esbelta centaura,
Y la saponaria que medra
Al amparo de la brunela
Aleluya, y madreselva.

Del monte moras y endrino,
Del bosque dulces grosellas,
Dime cual de estas eliges…
Y seré la que tú quieras.

Ana Olmo

Tómame


Tómame ahora, que aun nos quedan fuerzas.
Apriétame muy fuerte entre tus brazos.
Ahora qué mi razón, es clara y transparente.
Y apetece de amores, y quebrantos.

Hoy y no mañana, quiero ser.
Amante, amiga, y compañera.
¡Ahora! que tienes, el cuerpo apetecible.
Los ojos transparentes, y la piel rosa.
¡Ahora! qué mis labios, aun tienen risa.
Tómame ahora, pero sin prisas,

Que nada de eso mas tarde tendremos.
E inútiles serán todos los deseos.
Serán rosas muertas, sobre frío mausoleo.
Lagrimas de dolor, que los ojos niegan.
Son lágrimas tan frías, que mi alma hielan.

Ana Olmo

Todos en casa


Alrededor de la mesa, nos juntamos nueve hermanos,
Nueve bocas que llenar, como polluelos piando,
Corrían tiempos muy duros, cercanos a la posguerra,
Y aunque todos ayudábamos, se hacia difícil la enmienda.

Con doce años mi hermano, ya trabajaba la tierra,
Los amos le daban un bollo de pan,
Y un puñado, de garbanzos ó lentejas,
Lo hinchaban a trabajar, sin darle ni una peseta,
Al menos lo alimentaban, y no era tanta la miseria.

Yo marchaba por los cortijos, y las huertas,
Pertrechada de una cesta, que arrastraba por el suelo,
Por que yo era muy pequeña,
Me regalaban naranjas, de las que están en el suelo,
Un par de cebollas, y alguna que otra berza.

Yo regresaba encantada, con mi gran tesoro a cuestas,
Y ni siquiera notaba, el gran peso de la cesta,
A veces sueño despierta, y me invade la añoranza,
De cuando éramos pequeños, y estábamos todos en casa,
De cómo nos peleábamos, y como nos hemos querido,
Y ahora estamos separados, y nos cuesta reunirnos.

Que difícil es la convivencia, una vez que nos casamos,
Pues siempre hay algún problema, entre cuñados y hermanos,
Pero como nos queremos, y a la vez nos respetamos,
Gozamos como Camellos, siempre que juntos estamos.

Ana Olmo

Todos amigos


Modelador de hombres, con mal talante,
Si pudiéramos cambiar, ese carácter,
Ser un poco más dulce, y no tan seco,
Amable, agradecido, y atento con tu feudo,
Rey triste, con corona de hojalata,
Que al destino te enfrentas, dando palos al agua.

Si en tu oscuro reinado, no encuentras el apoyo,
Difícilmente podrás, salir del hoyo,
Empeñado en tus sueños, de proyectos varios,
Sin nadie que te ayude, luchas en solitario,
No se mantiene el negocio, sentado en una silla,
Ni ganamos respeto, leyendo libros, tras la ventanilla.

Un negocio es un esfuerzo, duro y continuo,
Fregar, barrer, sacar el polvo, y tenerlo todo limpio,
Que cuando entre la gente, vea alegría y limpieza,
Esto causa un gran respeto, tú te sentirás orgulloso,
Y el pueblo, sube las rentas.

Si tienes mucho trabajo, y te agobia, aquí estamos pide ayuda,
Que nosotros te la demos… no tengas la menor duda,
Aunque no te lo creas, te queremos mucho,
Y todo es más sencillo, si estamos juntos,
En lo que a mí concierne, tienes mi apoyo,
Y creo que expreso con esto, el sentir de todos.

A tu disposición tienes, un abanico de buenos amigos,
Y si en mi estimación, cometo el fallo, de creer lo que no es,
Siempre contaras conmigo, en lo que yo pueda hacer.
Ana Olmo

Tinieblas


Soy una voz, que espera para hablarle
Donde todo es silencio,
Y no escucha oreja alguna,
Donde los cuerpos, se vuelven transparente
Donde mis manos, no pueden tocar las suyas

Soy el fuego que se apagó de repente
Dejando solo un cuerpo, yerto y frío
Vagando entre la oscuridad y las tinieblas
Esperando que algún día, esté conmigo
Que venga a cubrir mi soledad,
Que estado él terminaran mis penas.

Con mis brazos escarchados, por el frío de la muerte,
Y mi cuerpo transparente, que se oculta a su mirada
Entre la franja del limbo blanca y negra, estoy sentada,
-No tengas prisa amor, pero recuerda –
Que yo te esperaré entre tinieblas.

Ana Olmo

martes, 17 de mayo de 2011

Timido sol



Sentada en una cala frente al mar,
Contemplando como en sueño, sus aguas cristalinas.
Sereno resplandor de amanecer rojo,
Que dibuja el horizonte de su vida.

Tímido sol que con su manto dorado,
Abandona su lecho, y cobra vida.
Escondido tras las nubes, abre los ojos,
Y dibuja con sus rayos una sonrisa.

Con sus rayos ardientes, calienta su cuerpo frío,
Sentada entre las rocas, hacia el mar mira
Recibiendo de la cala, su calor y su cobijo,
En un rito ancestral, abrió su pecho,
Y le ofreció al sol, su cuerpo dolorido.

Ana Olmo

domingo, 1 de mayo de 2011

Tierra extraña


Rápido marcha el tiempo
Que ante mis ojos como un suspiro pasa.
Rápida pasó mi vida y lenta las calamidades,
Que me acompañan.

En un camino negro fui dejando las pisadas,
Nací pobre y abandone mi bella tierra,
Mi gente amable y mi familia amada,
Me acompaña siempre la voz de mi hijo,
Su carita triste, y su dulce mirada.

Sentado en la acera con la cara baja,
Al caminante altivo, escondo la mirada,
Pues me da vergüenza, pedir con palabras.

Escondiendo el pudor, y desesperanza,
En un cartel blanco, escribí dos palabras,
Que me den su ayuda, para ver si puedo,
Volver a mi tierra, que aquí yo tan solo,
No tengo consuelo.

Ana Olmo

tiempos de guerra


Durante la guerra, cruzaban los caminos
Hombres asustados, mujeres y niños
Caminaban con rumbo, a ninguna parte
Sin destino alguno, que pueda guiarles.

Atrás han dejado, bienes y familia
Amigos de siempre, su casa y su vida
¡Dónde irán los pasos, a donde los guía!
Escuálidos los cuerpos, la mirada vacía
Brutal impotencia, ante la desdicha.

El desposeído, contempla en la sombra
Como forasteros, de sus bienes gozan
Tristeza en el alma, del desposeído
Que se siente extraño, en donde ha nacido.

Ya no tiene nada, nada le han dejado
Camina en la tarde, sediento y cansado
El sol en la espalda, proyecta la sombra
Que se alarga negra, los pasa y se mofa.

Perdiendo similitud, entre el cuerpo y el espíritu
Rindiéndose a la evidencia, de desigualdad y fuerza-
Sin opción a defender, su hacienda y sus posesiones
Llegando hasta el desvarío,
Con la esperanza, que el tiempo pondrá a todos en su sitio.

Ana Olmo

Tempo remoto


En un tiempo, que recuerdo ya remoto.
Fui joven y fuerte, y no un muñeco roto.
Mi vida vacía, no tiene sentido.
Una mala fiebre, me dejo tullido
Vagando y temiendo, por mi propia vida.

Destrozado el corazón, oprimido y humillado.
Voy perdiendo la auto estima, pues todos me dan de lado.
Yo nunca he podido ser, cazador de grandes renos.
Ni he disfrutado mujer, ni acariciado sus senos.

Tengo muchas estaciones, y pude sobrevivir.
Grandes guerras y batallas, que hace tiempo yo perdí.
Pero tengo a mi favor, la triste sabiduría.
Que me dio el haber vivido, una oscura y larga vida.
Por eso tengo la capacidad, de un lago negro y profundo.
Y te puedo reflejar, la imagen de todo el mundo.

Todos se acercan a mí, para pedirme consejo.
Ahora que estoy ciego, enfermo, y viejo.
No me pidas nada y mírame.
Lo que tú seas por dentro, reflejare.
Ana olmo

Dices que sin mí, tu vida se enfría,
Y me dices te quiero, con tanta vehemencia,
Que un escalofrío, recorre mi espalda,
Y son tus palabras, como una sentencia a cadena perpetua.

Dices que sin mí, tus noches son largas,
Que por la mañana, si al abrir los ojos no ves mi silueta,
En tu corazón galopan caballos, briosos y fuertes,
Y sientes la sangre, trotar por tus venas.

Dices que conmigo, se ahuyentan los demonios,
Que en tu crudo infierno, no arden las candelas,
Que son mis dos ojos, lagos cristalinos,
Donde te sumerges, para ahogar tus penas.

Que tu pensamiento, rompió los esquemas,
De amores tan fuertes, que jamás pensaste,
Que una nube negra, sobre tu cabeza,
Cegara tus ojos, sembrando el desastre,

Hoy pides perdón, por tus malos tratos,
Lloras como un niño, y me pides que vuelva,
Pero son ya tanto, los perdones dados,
Que en mi corazón, no queda clemencia.

Con tus malos tratos, rompiste la hucha,
Donde yo guardaba, el amor a sabiendas,
Que llegado el día, que se rompiera el aire,
Mostrarías la bestia, que eyacula penas.

Ana Olmo

Flor de Mayo


Siento en mi vientre un latido
Es como un eco lejano
Con sangre de dos amores
El ángel más esperado.

El que cambiará mi vida
El que llenara mi hogar
Con sus llantos y sus risas
Y frases sin descifrar.

Está todo preparado
Esperando su llegada
Con su cuna y sus cositas
Y una sonrisa en mi alma.

Que largo se están haciendo
Los nueve meses de espera
Vendrá a mediados de Mayo
Que ya será primavera.

Vendrá con las primeras flores
Se abrirá como una rosa
Esparciendo los olores
De una vida esplendorosa.

Tengo ansias de sentir
La tibieza de su cuerpo
Acunarlo entre mis brazos
Poder llenarlo de besos.

Cantarle una dulce nana
Que brote como una fuente
De mi garganta apretada
Por la emoción de tenerle.

Y cuando llegue el momento
Que el vientre se abra a la luz
Vendrán nuevos sentimientos
Por que mi vida eres tú.

Ana Olmo

viernes, 29 de abril de 2011

Tenerife


Isla de arenas negras y aguas bravías
Con profundos oleajes
Que arrastran el alma mía,
Por esos bellos parajes

Es como un virus de amor,
Va penetrando en la sangre
Todo el que te ve te ama,
Y ya no puede olvidarte
Tenerife, tierra fértil
Agradecida y afable,
Con el Teide por bandera,
Que se enciende como un ascua,
Cuando el sol de la mañana,
Ilumina sus laderas

Pronto, muy pronto el Teide
Se retira a descansar
Dejando paso enseguida,
A la lluvia horizontal
Es la sangre que alimenta
Y que nutre tus laderas
Creando la diversidad de flora,
Que te hace tan distinto,
A los ojos que te adoran.

Ana Olmo

Te sueño


Amo de tu boca los silencios
De tus ojos la pasión de tu mirada
Amo de tus manos la tibieza
Cuando avanzan silenciosas por mi espalda.

Sueño con un cuerpo transparente
Que en la noche se funde con el mío
Más del sueño me despierto de repente
Temblando el corazón y los sentidos.

Solo un instante a tu lado le da sentido a mi vida
Y despierta los deseos que me tienen confundida
Te quiero mucho y bien que lo sabes
Aunque nunca te lo diga.

Cuando a solas en mi hacienda
Al abrigo de un gran fuego acogedor
Distraído el pensamiento con las llamas
Oigo el eco de tu voz.

Se me escapa una sonrisa juguetona
Que burlonamente va llamando a los recuerdos
Y en mi pecho va girando un torbellino
Reventándome las venas de deseos.

Ana Olmo

Te quiero tocar


Cuando en la distancia te miro
Se adelantan mis manos y tocarte quisiera
Pero hay ojos que miran…
Y mis manos enredan mi cuerpo
Igual que la hiedra.

Trepando en el muro
Que va separando tu vida y la mía
Mi corazón llora y suelta un lamento
Que es la sombra opaca de la cobardía.

Cuando de mi vista
La silueta amada se pierde
De mi se apodera un desasosiego
Que siento la sangre en mis venas
Como un gran torrente.

Mírame que si me miras…
Mis miedos se apagan
Y con disimulo dame una sonrisa
Que me llene el alma.

Lento pasa el tiempo…
Y las horas cuento minuto a minuto
Largos son los días…
En mi soledad si no estamos juntos.

Te añoro en silencio…
Y espero el momento de estar en tus brazos
Y es en ese instante cuando estoy contigo
Que pierdo los miedos que me angustian tanto.

Ana Olmo

jueves, 28 de abril de 2011

Te necesito


Te necesito a mi lado
Como las plantas la luz
Como el feto que se gesta
Amparado en tu quietud.

Necesito oír tu voz
Susurrándome al oído
Tu mirada verde mar
Que me lleva al desvarío.

Me devoro en mi abandono
En mi soledad te sueño
Mi pulso sube de tono
Pero yo me siento muerto.

Extraviada mi conciencia
Va perdiendo el raciocinio
Llorando clamo tu esencia
Que escapo de mis dominios.

Vuelve que quiero besarte
Vuelve que tocarte quiero
Pasear mis labios tibios
Mojar tu cuerpo moreno.

Nada llena este vacio
En mi lecho silencioso
Nada me cura el dolor
Que me causo tu abandono.

Ya mi corazón flaquea
Sin fuerza en el día a día
Si ya no puedo tenerte
Para qué quiero la vida.

Ana Olmo

Te mando una señal


Sentada en mi salón, contemplando los recuerdos,
Siento una gran tristeza, dentro, muy dentro,
Recuerdo cada gesto y cada rasgo de tu cara,
Cuando nuestros corazones, hablaban en armonía,
Cuando sobraban las palabras, y solo con mirarnos,
Cada uno sabia, lo que el otro quería.

Cuando sin tocarnos, se erizaba nuestra piel,
Y un efluvio de placer, nuestros ojos transmitían,
Pensamientos húmedos, nublan mi mente,
Y dentro de un torrente, yo lucho por mi vida,
Que se acorta, y que se va quedando en el tiempo,
Y que en un túnel negro, me tiene retenida.

Tengo que luchar, por encontrar la luz,
Disfrutar las cosas buenas, que me dio la vida,
De mi familia que para mí es importante,
Y de mis amigos, cuando estoy en compañía.
De la belleza de los bosques, y los campos,
Y la pradera en flor, en primavera tibia.

Millones de insectos, despiertan a la vida,
Y yo quiero despertar, para vivir la mía,
Con cada gesto que hago, y cada paso que doy.
Con cada flor que miro, te mando una señal, tu estate alerta.
Que quiero que comprendas mis deseos,
Y recojas de mis labios, los envíos,
Por que con ellos te mando todo cuanto poseo.
Sin olvidar del pasado lo vivido.
Ana Olmo

domingo, 24 de abril de 2011

Te invito


Te invito a que me escuches pues nada pierdes
Dedícame un momento de tu tiempo
Y si no te apetece hablarme disimula un poco
Y déjame que le hable a tu silencio.

Déjame que aligere mi pecho de fatigas
Ayúdame a aliviar el lastre en mi navío
Que tengo el corazón cargado de pesares
Pesares… pesares que se ahogan en suspiros.

Te invito a que me escuches como amigo
A quien respeto y a quien amo sin condiciones
Tú que fuiste mi mentor y mi maestro
Mostrándome un mundo de sensaciones.

Enséñame a nadar en esta agua gélida
Que tú dejaste negras de dolor y de abandono
Y dime como hacer para olvidarte
Igual que tú olvidaste tu hombría y tú decoro.
Ana Olmo

Te espero


A ti que entraste en mi sangre…
Como lava ardiente
Y te abriste caminos que ni conocía
Rompiendo las paredes de mi fortaleza
Que fui levantando en mí día a día.

A ti que cavaste profundos abismos
Dejándome aislada rompiendo fronteras
A ti que en la noche succionas mi mente
Llevándote sueños que mi mente engendra.

Arrancando de cuajo todas mis raíces
Dejaste mi vientre sediento de vida
En mi boca abierta dejaste el deseo
De esa pasión loca que me prometías.

A ti que prendiste la llama en mi bosque
El verano seco que asolo mi vida
Por que yo en tus manos fui como la tea
Y tú fuiste la chispa sensual y lasciva.

Cuando con tu boca recorrías mi cuerpo
Tu lengua caliente mi piel zahería
Tu sable cortaba mi aliento y mi aire
Y yo pobre ilusa te entregue mi vida.

Y sigo esperándote en mi blanco tálamo
Te guardo viandas que probar querías
Envueltas las tengo en un sensual raso
Que besa mi cuerpo cuando estoy dormida.

Ana Olmo

Te conozco


Mírame tristeza yo te conozco
Parto prematuro de mi soledad constante
Yo medito absorto y no consigo
Que con la noche se calmen mis pesares

Tu nombre quema mi lengua
Tu recuerdo mis ijares
Un día llegara tristeza
Que de mi vida te aparte
Que la risa me envuelva en un escudo
Para que tú no me dañes

Adiós soledad constante
Ya llegue a la conclusión
Que olvidar es imposible
Y morir es lo mejor:

Ana Olmo

Tarde triste


En la lejanía se oye la tormenta
Se viene acercando ya huelo la tierra
Con estruendoso ruido viene amenazando
Nos deja un olor a tierra mojada y heno cortado.

Llora el cielo su amargura entre rayos y centellas
Y sus lágrimas furiosas golpean la seca tierra
Saltan y danzan las gotas en los charcos

Talvez quizas


Talvez, quizás,…volver pudiera,
Sin dejar atrás nada vivido,
Volver a la tierra, de donde se alejó hace tiempo,
Buscando en otro mundo, algo distinto.

Emigrante triste, que vaga solitario,
Huyendo de la hambruna, y la sórdida miseria,
Polizón en una vida, a la que no pertenece,
Buscando su horizonte, en otras tierras.

Pasaron los años, de añoranza crónica,
Entregado a su trabajo, y sus quehaceres,
Escondiéndose, de un mundo que lo anula,
Y sin poder disfrutar, de la vida y sus placeres,

Lejos de su gente, le llegó el ocaso,
Y hoy cansado y viejo, vuelve a su tierra,
Intentando nuevamente, retomar sus pasos,
Y olvidar,… de aquellos años la pobreza.

Todo es nuevo para el, como en un cuento,
Sintiéndose extranjero, sin hacienda,
Sacrificó su vida, y no supo disfrutar el momento,
Y hoy su cuerpo solitario, yacerá bajo su tierra.

Ana Olmo

Tal cual


Apacible y serena esta la tarde
Y un bello Sol en el cielo brilla
Más del tiempo tan benigno desconfió
Por que el tiempo va cambiando día a día.

A lo largo de mi vida he conocido
Gente que me han envidiado
Muchas más que me han querido
Y algunas que me han odiado.

Siempre fui leal con los amigos
Honesta y recatada con mis hechos
Generosa cuando mi ayuda solicitan
Y mi meta fue el camino más derecho.

Y si en mi vida he cometido sin querer
Errores que a mi corazón pesaron
También he pretendido hacer el bien
A todo aquel que me ha necesitado.

Y como el sol sigue entrando segador
Brillando y calentando los cristales
Me voy a dar un garbeo relajante
Por los viejos y tristes arrabales.

Ana Olmo

Susurrar quiero


Déjame pasar, que soy el viento,
Y susurrar quiero, bellas palabras a tu oído,
No le cierres la puerta a la esperanza,
Y deja al corazón reír contigo.

Cuando el cielo se rompa con el día,
Y la luna se retire a su aposento,
Tú seguirás oyendo todavía,
La dulce melodía, que te susurró el viento.

Lejos me llevaron, y abrazarte ya no puedo,
Mis brazos, son estelas de nebulosa,
Millones de ojos tengo para verte,
Y cada día que pasa, te veo más hermosa.

Siempre que puedo, cabalgo con el viento,
Y con dedos invisibles, alboroto tu melena,
Tú cierras los ojos como siempre,
Esperando unas caricias que no llegan.

Algún día bajaré con la señora,
Yo te daré la mano, y tú vendrás conmigo,
Pero mientras tanto, disfruta de tu mundo,
Que yo te estaré velando aquí en el mío.

Cuando llegue el momento, no cierres la ventana,
Que yo entraré a besar tus labios fríos,
Y entonces estaremos siempre juntos,
Donde muere la conciencia del olvido.

Ana Olmo

Sueños


Ayer soñé contigo parece mentira,
Como cambia el sueño nuestra forma de ver,
De sentir las cosas, de ver las imágenes,
Cuando nuestros corazones, juegan a querer.

En mi sueño absurdo, te vi tan hermoso,
Sentí que mi alma del cuerpo salía,
Me sentí princesa de un cuento de hadas,
Por que en la distancia, tú me sonreías.

Me vi levitando hacia tus brazos fuertes,
Tú me sonreías socarronamente,
Me sentí la dueña del cielo y la tierra,
Y olvidé el infierno, que a ti te precede.

Desperté temblando, de este corto espacio,
Por ser tan ilusa, reprendí a mi conciencia,
Quise poner freno a mi sangre loca,
Que como un tornado, hinchaba mis venas,

Pero el corazón no sabe de enmiendas,
No distingue razas, ni pinta colores,
La mente no manda, ni puede ni quiere,
Y desde la angustia que atenaza mi alma,
Quiero que en la noche, mi corazón sueñe.

Ana Olmo

Sueños perdidos


Descalza camino buscando en la noche,
La sombra que el día, me vino a robar,
Vagando perdida, brindando reproches,
De un confín a otro, busco la verdad.

Igual que una estrella, que se cae del cielo,
Errante y perdida, en su peregrinar,
De mi boca salen, palabras de duelo,
Que es mi desconsuelo, como un funeral.

Descalza camino, flotando en un sueño,
De caminos negro, sin mirar atrás,
Llegando a los límites, contemplo mi cuerpo,
Que flota en el tiempo, perdiendo la paz.

Cristales de hielo, custodian la estancia,
De tus ojos glaucos, el furioso mirar,
En lo más frondoso, de una selva verde,
Me pierdo en la mina, de un verde cristal.

La noche y mis sueños, son mis enemigos,
Tu amor es la cárcel, fortaleza viva,
Tus besos salados, y dulces a un tiempo,
Fueron malos vientos, de celos y envidias.

Ana Olmo

Sueños eróticos


SUEÑOS ERÓTICOS

Delirios de noches largas
Que a botarga mis sentidos
Cuando sueño,
Que como un eco me llamas
Y noto mi lecho frío.

Recuerdos que duelen tanto
Y me llegan a raudales
Cuando rompimos la esencia
De los pliegues virginales.

Derribamos las almenas
Jugando en nuestro castillo
Reptando va la serpiente
En busca de tu cestillo.

Erótico es tu cuerpo que me enerva
Reptando la serpiente sinuosa
Escondiendo la cabeza entre la hierba
Protegiendo del calor tu bella rosa.

Indefinidos matices en mi estancia
Me lanzan destellos luminosos
Dejándome llevar por la nostalgia
De un falo eréctil vibrante y poderoso.

Un mar de verde trigo mece el viento
Espigas en mi vientre me dibujas
Deslizando tus manos con gran tiento
Por que es noche de amor, noche de brujas.

Quiero hacer el amor dentro del sueño
Susúrrame al oído que me amas
Que quiero con locura beber tu aliento
Rompiendo el triste orden de mi cama.

Quiero beber en cada poro de tu cuerpo
Sediento estoy de amor y necesito
Que vibre de pasión mi cuerpo muerto
Y sentir que puedo amar mientras palpito.
Ana Olmo

sueños de poeta


SUEÑOS DE POETA

Duerme el poeta
Pero no descansa
Su mente es un caos
De ideas cruzadas.

Un gran torbellino
De encontrados vientos
Con la mente activa
Analiza su alma.

Soñando con prosas
Y musas rebeldes
Con algarabía
De sueños que mueren.

Bajo las ofrendas
De su fantasía
Va sacando vida
Donde solo hay muerte.

Delirio de poeta
Musa agazapada
La mirada perdida
De un prolongado amor.

Busca en su horizonte
Cumbres escarpadas
Y un beso le manda
A la marchita flor.

Sus pétalos se nutren
Con gotas de rocío
El alma del poeta
Va recobrando el color.

Ya no siente tan lento
El correr de la sangre
Y su alma ya no arde
Por que se fue el dolor.

Ana Olmo

Deseos1º


DESEOS

Si tu quieres y yo no
Gozar conmigo la vida
Si tuvieras el valor
Quizás viera una salida.

Por que yo no sé vivir
La vida que a ti te toca
Ya que no puedo sentir
Cuando me besas la boca.

Pero no ves que te esquivo
Que sonrío desdeñosa
Sabes que nunca tendrás
El perfume de mi rosa.

Quizás serias para mí
El perfecto jardinero
Y yo la vibrante rosa
Que decore tu florero.

Pero no es lo que yo siento
Si con esta negación
No te das por aludido
No te queda más opción
Que soñar con lo prohibido.
Ana Olmo

Deseos 1º


DESEOS

Si tu quieres y yo no
Gozar conmigo la vida
Si tuvieras el valor
Quizás viera una salida.

Por que yo no sé vivir
La vida que a ti te toca
Ya que no puedo sentir
Cuando me besas la boca.

Pero no ves que te esquivo
Que sonrío desdeñosa
Sabes que nunca tendrás
El perfume de mi rosa.

Quizás serias para mí
El perfecto jardinero
Y yo la vibrante rosa
Que decore tu florero.

Pero no es lo que yo siento
Si con esta negación
No te das por aludido
No te queda más opción
Que soñar con lo prohibido.
Ana Olmo

Habla conciencia


HABLA CONCIENCIA

Otra noche más que paso en vela
Y recurro a los fantasmas de mis soledades
Y es en estas noches cuando me habla la conciencia
Cuando de mi puño y letra estampo mis pesares.

Otra noche más… Desesperante y larga
Me levanto me acuesto y vuelve a levantar
En mi libreta blanca voy dejando la carga
Con mi sangre y mi pluma cuando no puedo más.

Pertinaz e insistente mi conciencia se empeña
En gritar mi torpeza y errores cometidos
Errores que dejaron cicatrices de pena
Y que jamás borraran el dolor infringido.

Temo tanto a la noche que me duele hasta el aire
Me duele ver intacta la parte de mi cama
La que guarda tu aroma la que no ocupa nadie
Y por no saber sabido amarte muere lenta mi alma.

Otra noche más igual que otras
Cuando en sueños imploro tus caricias
Y te pido que me ames como antaño
Bajo el manto protector de tus caricias.

Ana Olmo

Los zapatos


Los zapatos

Zapatitos de charol
Con punteras floreadas
Zapatos que bailan solos
Bajo la noche estrellada.

Repiqueteando van el suelo
Con una zambra engalana
Traje negro de volantes
Y un mantón de verde y grana.

Reflejos de luz de luna
Brilla en su pelo azabache
Gitana verde aceituna
Coronada de azahares.

Zapatitos de charol
Con puntera floreada
Acaricia tú que puedes
Los pies de tan bella dama.

Deja que meza su cuerpo
Como el trigo en primavera
Como el vaivén de las olas
Cuando acaricia la arena.

Gitana dame tus labios
Abrázame como hiedra
Echa raíz en mi cuerpo
Que yo abonare tu tierra.

Ana Olmo

tu alcoba



Ya penetra la luz por la ventana
Queriendo besar la florecilla
La fina holganza que se encela lozana
Arranca de un tirón las suaves lilas


Inundando tu alcoba del olor
Con los primeros rayos del dia
Y el perfume de tu cuerpo me traía
De la florida primavera su color.


Penetrando a través de las rendijas
Que se abren en el viejo portalón
Así se va quedando mi pobre corazón
Con los celos hacedores de clavijas.

El polvo borra los pasos
Grabados en el sendero
Menos las marcas del suelo
Donde se grabó tu rastro.

Aparta el jubón dorado
Que cubre tu hermoso cuerpo
Y hazle a tu lado un hueco
A este tonto enamorado.

Ana Olmo

Sueña


SUEÑA

Bajo el cielo azul
La angustia dormida
Soñando las flores
Y sigue la vida.

Que siempre nos hace
Ganar la esperanza
Cuando todo brilla
Y el amor se alcanza.

Aparta la tristeza
Lejos de tu alma
Y deja al corazón
Que lejos se valla.

Busca en tu memoria
Besos compartidos
Y sentirás en tu pecho
Los dulces latidos.

Notaras la vida
Correr por tus venas
Brillaran tus ojos
Como dos estrellas.

Se tornan tus labios
Dos ascuas ardientes
Torrentes de lava
Corren por tu vientre.

Cuando todo pasa
Y llega la calma
Se llena de amor
El corazón y el alma.

Ana Olmo