Bien venido

SI TE GUSTA LA POESIA ESTAS EN TU CASA

miércoles, 23 de febrero de 2011

No bebas del río


No acostumbres nunca, a beber del río,
Por que es engañoso, y yo no me fío,
El agua que corre, no guarda secretos,
Y va pregonando, amores y besos.

Me ha contado el río, que cruzando el valle,
Vio como una niña, se cogió a tu talle,
Que tú le susurrabas, palabras tan bellas,
Que el mejor poeta, escribir quisiera.

El río es sublime, procreando vida,
Y en sus aledaños, por la primavera,
Pululan insectos, que liban las flores,
Nutrientes que afloran, junto a la rivera.

Los juncos, los sauces, y el poleo aromático,
El berro, el dulce llantén, y el aleluya agrio,
Hacederas tiernas, achicoria amarga,
Y un olmo que tiene, las horas contadas,

Que mira en el agua, la luz reflejada,
Destellos dorados, que la luna manda,
El agua soberbia, me lanza a la cara,
Buches de desprecio, y agua envenenada.

Por eso no quiero, beber en el río,
Por que soy el olmo, y de el no me fío,
No quiero sentir, dimes ni diretes,
Y el río que es vida…, ya marco mi muerte.

Ana Olmo

Niña que haces?


Me gustaría tanto, retroceder en el tiempo.
Caminar descalza, por un bosque verde y profundo.
Con arroyos plagados de seres vivos,
Y aguas claras y cristalinas.
Recrear mi alma, con el canto de las aves.
El ruiseñor
El jilguero
La alondra
Y el pinzón
En una perfecta armonía, y comunión.
Con la naturaleza.
Oír sus trinos que son, alimento para mi alma.
Y traen a mi memoria, recuerdos de mi niñez.
¿Niña que haces?-
¡Nada madre, me estoy mojando los pies!
-El agua esta limpia y clara-
¡¡ Vamos madre, mójatelos tu también!!
-Calla niña y no me enredes, que la noche está al caer-
No importa madre que caiga,
Por que así podremos ver, a la luna reflejada.
¡¡¡Venga madre ven a verla tu también!!!
Mire que luna tan grande, y que pequeños mis pies.

Mira el espejo del rio como refleja la Luna
Mira como me sonríe invitándome a mojar
Los pies descalzos que en el tiempo
Jamás se podrán parar.


Ana Olmo

Ninfas del aire


En la arena de la playa te busco
En la soledad de mi mente me pierdo
Y mi lecho conserva el calor y el aroma
Que desprendías por todo tu cuerpo.

Si los dioses me dieran el tiempo
Y la ciencia una larga vida
Cada día bajaría a la playa
Y una estatua de arena te haría.

Que breve se me hizo el tiempo
Que breve… cuando tu amor tenia
Cuando de la mano paseamos la playa
Y hollando la arena tú me sonreías.

A los dioses les pido rezando
Que me lleven a tu morada silenciosa y fría
Subida en la cresta de una ola perenne
Entre los corales yo te buscaría.

Con que rabia soplan las ninfas del viento
Ráfagas muy negras de celos y envidias
Porque no consiguen que de mí te olvides
Y yo espero paciente pues tu alma es mía.

Ana Olmo.

Negro delirio


Dices que me quieres, despacio y sin prisas,
En el blanco lecho, de amores furtivos,
Y en mis ventanales, chirrían los goznes,
Cuando de mi cuerpo, se escapa un suspiro.

Cuando con tus manos, te aferras a mí,
Y con tu lengua loca, me vas recorriendo,
Un dulce letargo, de tibia ternura,
Rompe las cadenas, que apresan mi cuerpo.

Amante de sombras, que escondes deseos,
De ojos indiscretos, y palabras capciosas,
Recorres las calles, con pasos furtivos,
Mientras en mi aposento, descansa la rosa.

Sentada en un trono, de negro delirio,
Me paso las horas, soñando sentada,
Que un día vendrás, a entibiar mi nido,
Y eclosionaran, las palabras haladas.

Cuando en mi ventana, veas que suda el hielo,
Y que en las tinieblas, mi vela se apaga,
Sabrás que en mi cuerpo, comienza el deshielo,
Y que de ti espero, la noche más larga.

Ana Olmo

negro asfalto


Lejano y silencioso siento el eco
De unos besos que luchan contra el olvido
Lejanos, muy lejanos me vienen los recuerdos
De unos cuerpos que vagaron sin tener un rumbo fijo.

En la jungla de la vida malgastando voy el tiempo
Por querer y no poder seguir tus huellas
Que despiadadamente de la tierra borra el viento
Y en loco torbellino va colgando en las estrellas.

Mis pies se van fundiendo en el asfalto ardiente
Quemando la raíz de mi inconsciencia
Que vaga y vaga buscando en la negrura
Algún punto de luz al final de mi quimera.

Si al final de mi delirio recupero mi norte
Y puedo con la pluma plasmar mis ansiedades
Escribir con mi mano mis recuerdos
Recuperando tu sombra cuando el sol ya no la calle.

No hay nada más triste que esta triste vida
Si vives en soledad con los recuerdos
Si en tu nariz conservas el aroma
De ese amor que a pesar de la muerte transcurrida
Sigue vivo en tu memoria y palpable en tus reflejos.

Ana Olmo

Negro acantilado


En un negro acantilado
Contemplando, él rompe olas
Una niña de ojos verdes
Comparte su soledad
Con los vientos del sudeste
Que proclaman libertad.

Libertad de pensamientos
Y sueños no compartidos
De zozobras y lamentos
De un amor que sé a perdido
Que naufragó en alta mar
Un día de crudo invierno
Dejando a la niña sola
Con pensamientos muy negros.
.
Mirando hacia el horizonte
Hizo promesa de amor
El mar se hizo su aliado
Y le quiso regalar
Un traje de espuma blanca
Y una corona de sal.

El sol también le hizo
Con sus rayos un sendero.
Y dicen que al atardecer
Se ve como dos amantes
Pasean su amor eterno.

Ana Olmo

nectar de vida


Opuloso y lindo pecho, dador de néctar de vida.
Que tú con don de porfía te muestras desvergonzado.
Relames los limones, bien cuidados.
Regados por el canal de mi garganta.

Camaleónica, tu lengua se adelanta.
Y es paso de deseos, incontrolados.
E incendias mis dos labios ondulados,
Olvidados, de recato y compostura.
Lacérame en el cuello, con tus dientes afilados.
Sumerge mi conciencia, en la negrura.

Y déjame, perderme en la espesura.
De la selva abundante, de tu vientre.
Te puedo regalar, una noche de locura.
Y en sueños notaras como desciende,
El olmo delicado que soy yo
A la llanura salvaje, de tu vientre.

Tu cuerpo, entre las sombras se te enciende.
Y yo pecadora de alma impura.
Me muero, por perderme en la espesura.
De tu pubis, de tu ombligo, y de tu vientre.

Ana Olmo

La vida


LA VIDA

Amo la vida que vivo dia a dia
Me gusta respirar aire fresco en la alborada
Amo las aves cuando las oigo trinar
Cuando empieza a clarear la madrugada.

Amo al viento cuando entona sus baladas
Me gusta sentir que alborota mis cabellos
Amo ver como se mece el gran ciprés
Que altanero y orgulloso mira al cielo.

Amo lo intangible, lo que no veo pero siento
Latente maravilla de la vida misma
La fuerza y el calor con que florecen los almendros
Y las praderas y los montes van cobrando vida.

Amo el gran misterio que rodea al universo
Me gusta contemplar en la noche las estrellas
Amo amanecer en mi ventana embelesada
Cuando despierta el sol y se aleja de la tierra.

Amo el campo de mi tierra extenso y verde
Me gusta ver cuando los trigos se mecen
Pues lo mismo que el océano tiene su propio oleaje
Mientras el viento y el sol va secando las mieses.

Me gusta ver los segadores que avanzan con el sol
Con la oz y la guadaña que cansinos llevan
En sus manos agrietadas van acallando el dolor
Y a un sendero de orugas grandes se asemejan.

Amo a la vida que me va brindando siempre
Con el paso del tiempo y lentamente tantas cosas
Lo más bello del mundo se gestó en mi vientre
Y ellos me gestaron las criaturas más hermosas.

Ana Olmo

Imanes


IMANES
Imanes mis dedos son
Que despegar yo no puedo
De tu cuerpo de latón
Que me tiene prisionero.

Imanes mis ojos son
Atraídos por tu cuerpo
Labios de rojo pasión
Que me elevan hasta el cielo.

Imán se vuelven los besos
Concierto de musa extraña
El rincón de mi aposento
Nido de tu ardiente araña.

Imanes entre dos cuerpos
Doblegando y plañideros
Dos bocas que van fundiendo
Lava roja entre dos cielos.

Fundirme en tu cuerpo quiero
Para calentar la rosa
Bajar estrellas del cielo
Para ti… mi dama hermosa.
Ana Olmo

Hoy he querido


HOY HE QUERIDO

Hoy he querido soñar
Y los sueños me han venido
Y me encontraron llorando
Amores que ya he perdido.

Hoy he querido soñar
Y soñé con los abismos
Tanto soñé que soñaba
Que tú seguías siendo mío.

Hoy he querido soñar
Poniendo todo mí empeño
Que me volvías a besar
Y querías ser mi dueño.

Hoy he querido soñar
Por que el pensamiento puede
Hacerte libre y volar
Entre estas cuatro paredes.

Hoy he querido soñar
Hacer con mi noche un manto
Para poderme enjugar
El agua de mis quebrantos.

Hoy he querido soñar
Pero me duelen los ojos
Me duelen de tanto llorar
Amores que son despojos.

Hoy he querido soñar
Y de lo cual me arrepiento
Por que me duele el pensar
Que este amor no tiene arreglo.
Ana Olmo

El corazón y el viento


En una cortina, de viento suspendida,
En el azul añil, de un arco-iris ceñido,
En la espuma de una ola, de novia engalanada,
Con corona de sal, un traje de espuma, y un suspiro.

Sumerge su decisión,
En las aguas negras más profundas,
Como una sirena, ondula su grácil cuerpo,
Mientras busca las rocas, y las abraza con ternura,
Y luego dulcemente, se mece, en los recuerdos.

Sentada en unas rocas, mira al mar,
Y le invade la nostalgia, entre el dolor y los deseos,
Dolor por el hombre, que el mar le arrebato,
Y los deseos, son secretos, entre su corazón y el viento.

Preñados de arena, quedaron sus sueños,
Cuando paseaba solitaria, y su pecho de dolor gemía,
En la playa blanca, sus cortas pisadas,
Se fueron llenando, de lágrimas frías.

De repente el viento, sopló tan suave,
Que envolvió su cuerpo, en un abrazo tierno,
Como si quisiera con mucho cariño,
Borrar de su mente, su amor y sus besos.

Ana Olmo

Celos


CELOS

Rastreando busco huella en tu cuerpo
De vivencias que en tu vida abras tenido
Yo pierdo la razón buscando entuertos
Inventándole a mis celos el sentido.

Posándose en tu piel cual mariposas
Mis labios te buscaban sin saber
Que para mi parterre ya no hay rosas
Que mi locura fue matando tu querer.

Pero no me conformo y te amedranto
Los celos son muy malos consejeros
Te juro mil promesas que quebranto
Cuando pierdo la razón y se abre el suelo.

Un viso de furor cubre mis ojos
Se niega la razón a oír tu llanto
Es tanto mi rencor cuando me enojo
Que una y otra vez yo me retrato.

Intento comprender esta locura
Que se adueña de mí cuando te veo
Que te arreglas y transmites hermosura
Y se enciende mi razón de negros celos.
Ana Olmo

Cadencia


CADENCIA
Cadencia tienen tus ojos
Cadencia tu vuelo estático
Volando entre los abrojos
Cuerpo grácil y pragmático.

Libélula de mil colores
Que adorna los ríos fértiles
Camuflada entre las flores
Adornando el campo verde.

Libélula que amerizas
Sobre las aguas tranquilas
Y entre berros te matizas
Aferrada a sus semillas.

¡Hay! libélula brillante
Que te luces orgullosa
Ten cuidado con las aves
Que las hay muy peligrosas.

Eres para el gorrión bocado rico
El brillo de tus alas te delata
Si consigue el gorrión abrir su pico
Dile adiós a la vida bella elata.
Ana Olmo

Verdes montañas


En unas verdes montañas.
Un día de primavera.
Vi una pareja de renos.
Como pastaba la hierba.

Seguí andando poco a poco.
Y fui cruzando glaciares,
Buscando alguna caverna,
Donde poder cobijarme.

En un pasado remoto,
Fui mujer recolectora,
De semillas y raíces,
Y cortezas sanadoras,

Guardados, en mis recuerdos,
Están todos los legados.
Que dejaron mis ancestros,
En mi mente bien, grabado.

He vivido muchas vidas,
Diferentes cada una,
De todas algo aprendí,
Y nada quiero olvidar,
Quiero dejar mi legado,
A los que vienen detrás.
Ana Olmo

Ventanas abiertas


Lucerito… lucerito
Tú que brillas en el cielo
Destaca entre las estrellas
Por que yo mirarte quiero.

Desde esta humilde camita
Que me hizo mi padrino
Con las ventanas abiertas
Intento buscar tu sitio.

Voy contando cada noche
Los picos que más te brillan
E igual que una dulce nana
Vas cerrando mis pupilas.

Lucerito… lucerito
Tú eres mi punto a seguir
Eres mi luz y mi guía
Lo que colma mi alegría
Cuando me voy a dormir.

Lucerito que en mis sueños
Cabalgo sobre tu espalda
Recordando el tío vivo
Cuando mamá me montaba.

Lucero que brilla siempre
Tú que tienes el poder
Guía a mamá de la mano
Y preséntasela a Dios
Que no se pueda perder.

Cuéntale que yo la añoro
Dile cuanto yo la quiero
Que cuando llegue el momento
Cogiditos de la mano
Pasearemos el cielo.
Ana Olmo

Viento norteño


Viento fresco que sopla del norte
Que la primavera, cálida la pasó dormido
Mira el acantilado, y entona tu canción
Que una sirena triste, cantará contigo
Vapor de agua que del mar se levanta
Y los rayos de sol, construyen un arco iris

Solitaria gaviota que lo atrapa,
Y con sus alas, me dibuja un firmamento
Llenando de color, mi corazón dormido
Ven viento del norte, cambia mis pensamientos
Con cristales de sal, corta mis venas
Que pintaré un galeón, de color púrpura
Que sirva de cobijo a una sirena.

Construiré un palacio, de paredes invisibles
Donde puedan fundirse nuestros cuerpos,
Donde la nieve, no borre las praderas
Donde el agua, no pueda tocar su cuerpo
Que quiero viento amigo, tenerla solo para mí
Y con mis besos borrare, todas sus penas
Modelar su cuerpo, con mis manos temblorosas
Sin que pueda molestarnos, vida ajena.

Ana Olmo

Viejos recuerdos


Tengo escritas las palabras
Donde duermen los recuerdos
El viento mece los robles
Con un sonsonete eterno

Sopla y bufa a toda prisa tirando hojas al suelo
De un olmo que yace erguido
Por que dormir le da miedo
Una noche fría de un crudo febrero
Nació un olmo frágil orgulloso y bello

Dicen malas lenguas gritándole al viento
Que vieron al olmo llorando en silencio
Por que se ha enamorado
De un álamo blanco, esbelto y ligero

¡¡¡Álamo!!! Mándame unas hojas blancas
Mándamelas con el viento
Que quiero dormir un poco y que tú mezas mi cuerpo
Yo besare tus hojas blancas
Antes que nos alejemos.


Ana Olmo

Violonchelo


Su vida es una avenida
Plagada de sobresaltos
Oscura, larga y desierta
Con los árboles, de asfalto

Sus noches, son blancas y vacías
Sin nada para contar.
Tan solo un amor platónico
Que le gusta recordar.

Nerviosa su mano busca
Del violonchelo, la vibrante cuerda
Que le sirva de consuelo
Y anime tanta tristeza.

Bruscamente, un surtidor de estrellas
Niega sentido y razón,
Con plañidero gemido,
Que inútil busca varón

Lame el recuerdo del tiempo
Que brota en su fuente interna
Clara sustancia invisible
Que le hace temblar las piernas.

Ya no goza en su albedrío
Solo en sueños prevalece
Por que en los años vividos
Ha maldecido su sino
Muchas…muchísimas veces.

Ana Olmo

martes, 22 de febrero de 2011

Naufrago


NAUFRAGO

Extranjero con aires cortesano
Que tienes por hogar cielo y estrellas
Su lecho en una gran playa de arena
Y una balsa trabajada con sus manos.

Capitán de una fragata imaginaria
Que en tu mente va esquivando los escollos
Los bienes terrenales no lo es todo
Pues solo busco amor en mis plegarias.

Cuando más calienta el sol sobre la arena
Yo exhalo por mi faz lascivo aliento
Y veo en mi delirio un bello cuerpo
Que acompaña una balada de sirena.

Prisionero de pasión entre corales
Con mi barcaza navegué siguiendo el eco
Dejándome llevar como un muñeco
Sin ver que por amor fueron mis males.

Ana Olmo

nada tengo


No solo es enemigo quien nos odia
También destruir puede quien nos ama
Los brazos largos de un amor enrarecido
Que ardiendo en celo quiere cortarnos las alas.

De un día a otro dejaremos este mundo
Yo me apoyo tristemente en el alfeizar de mi ventana:
En mis labios tengo un verano caluroso
Mis ojos son como dos ardientes ascuas.

Mi cuerpo en la ventana reclama la libertad
Y un crudo y frío invierno se apodera de mi mente
Con poco me conformo pero nada tengo
Lo que me dan lo cojo apresuradamente.

Quien nada posee siempre será libre
Y en su libertad consistirá toda su suerte:
Feliz se siente a quien la vida le sonríe
Porque los dioses en su ofrenda regalaron
El placer que da la vida en armonía
Perdonado del pasado los pecados:

Ana Olmo

Nada te turbe


Descansa mi amor, que nada te turbe,
No busques problemas, que rompan tu calma,
Tú sabes que siempre, velaré por ti,
En la gran tormenta, que tu cuerpo aguanta.

En mi pecho abierto, tengo un santuario,
Con bellos recuerdos, que me diste un día,
Los guardo cerrados, con llave de acero,
Pues son lo mejor, que tuve en mi vida.

Con tu frialdad, dejaste una herida,
Abierta y sangrante, en esta alma mía,
Lentamente y despacio, va cicatrizando,
Pero yo te amo, mucho todavía.

Si te sientes solo, hazme una llamada,
Solo dime ven… que verte deseo,
Y yo volaré, prontamente a tu encuentro,
Por que tú me enseñaste a volar,
Con las alas de mi pensamiento.

Me enseñaste placeres, que desconocía,
Templaste las cuerdas, de mi frío cuerpo,
Fueron cosas bellas, que juntos vivimos,
Y que recordaré, a trabes de los tiempos.

Cuando llegue el momento, de dejar este mundo,
Y entre las tinieblas, pulule mi cuerpo,
Yo te esperaré, abrazada a una estrella,
Un de las muchas, que me dieron tus besos:

Ana Olmo

nada niego


Rango en la mente, de un guerrero altivo,
Que grabado en el suelo, dejó sus pasos,
Servil lacayo que su mente atontece,
Con abusos de poder y olvidando leyes.

Como un fugaz suspiro, pasó su vida,
En la oscura y larga noche, de los tiempos,
Como hoja perenne, que se agarra a la vida,
Zarandeada por los vientos, del infierno.

Que breve y corta, fue mi juventud
Buscando mí destino, en tu regazo
Queriendo gozar, y no poder
Con mis cansados pies, seguir tus pasos.

En el jardín de tu cuerpo, dejare la semilla
Y como flor en primavera ira brotando:
Si no me pides nada, nada niego,
Lo que temí en mi sueño, está pasando.

Que poco, a poco, vas cortando las cadenas,
Entre sombras y penumbras, del fracaso,
Tú te alejas de mi vida, y yo me quedo,
Como un pálido lirio, disecado.

Ana Olmo

Nacio el otoño


NACIÓ EL OTOÑO
Ya viene avanzando el triste otoño
Oscureciendo el rojo atardecer
Con ese aire de fría indiferencia
De burlador cansino sin retoño.

Viene barriendo el sol de nuestro cielo
De las praderas verdes que dormitan
Sembrando de hojas muertas color ocre
Senderos y caminos tapando el suelo.

Un labrador dolorido y cansado
Con pasos zigzeantes e indolentes
Camina lentamente taciturno
Con la nostalgia en la frente del pasado.

En su interior tímidamente va rezando
A su manera una larga y triste letanía
En una lengua viva
Que comparte con los campos.

Largo y frío invierno se avecina…
Para mi cuerpo ya sin fuerza viejo y cansado
Se le tiñe en sus ojos de luto la mirada
No entiende del mundo la razón maligna.

El sabor de la nostalgia siente amargo
De sus labios la sonrisa se borró
Hizo un nido de hojas y se tumbo en el suelo
Y mirando hacia el cielo su alma levito.

Ana Olmo

Musica y letra


Dos corazones perdidos
Buscándose en la oscuridad
Aliada melodía inacabada
Sin principio ni final.

Dos siluetas oscuras, detrás de un cristal
Contraste de danza, para enamorar
Dos cuerpos que encuentran, abierta las puertas
Pentagrama, y batuta, música y letra.

Oscuros rincones, que mi mente alverga
Agujeros negros, que tú aroma llena
Tu suave mano, cogiendo la mía
Tu lengua en mi boca, caliente y lasciva

Deseos de ser, tu musa y tu duende
Libando en el néctar, dulce de tu vientre
Susurros de besos, empuje de amantes
Dos almas gemelas, vuelven a encontrarse.

Ana Olmo

Mundo de locos


En un mundo de locos
Donde todo son prisas
Donde nadie saluda
Ni regala una sonrisa
Por que nadie se apiada
De dolores ajenos
Y matan a personas
Con loco desenfreno.

A menudo en las calles
Vemos malos tratos
A mujeres y niños
Y no nos inmutamos
Nos hacemos los suecos
Y miramos de soslayo
Bajamos la cabeza
Como servil lacayo.

Por no tener arrestos
Para plantarles cara
Y por que la justicia
No es justa ni de lejos
Mide con distinta vara
Y con distinto rasero
A los ricos y a los pobres
A los niños y a los viejos.

El salvajismo urbano
Va ganando terreno
Y pronto viviremos
En un mundo de necios
De locos asesinos
Y pederastas enfermos
¡! Aleluya señor ¡!
Este tu mundo y este tu engendro
Ana Olmo

Mundo de hombres


Cuando se rompe el amor, y confianza
Sin empezar a usarlos… yo diría
Que deberíamos dejarlo que volara
Libremente, sin ataduras con la vida.

Forzamos nuestras mentes y pensamos
Donde iremos,… y que haremos con la vida
Dejamos que se pierdan nuestros mejores años
Almacenando incertidumbres y desdichas.

Con la mirada cansina, miramos al horizonte
Cuando el ocaso gris se despide del día
Entonces te das cuenta sin remedio
Que por cobarde, malgastamos nuestra vida.

Por amor a nuestros hijos lo aguantamos todo
Ya que a nadie importa, que llores o que rías
Nos clavamos las uñas, y apretamos los puños
Y el hombre llena de sal nuestras heridas.

En este mundo de hombres me pregunto
Cuando dejaran, que libremente la mujer decida
Con los mismos derechos y oportunidades
Y sin miedo a que la acosen o persigan
Espero que la desigualdad entre los sexos
Deje de serlo y se terminen, las victimas.

Ana Olmo

Muere el bosque


MUERE EL BOSQUE
Soterrado y umbroso
Se lamenta el bosque
Donde duerme el búho
Las noches ruidosas.

Todas las criaturas
Rompen el silencio
Mientras que en el suelo
Van cayendo hojas.

Lloran abedules y fresnos
Lloran olmos y acebuches
Le temen a la mañana
Cuando las maquinas rugen.

Ya vienen los taladores
Con grandes palas y sierras
Van matando poco a poco
El pulmón de nuestra tierra.

Temen a los animales
De dos brazos y dos piernas
Son seres avariciosos
Y egoístas como hienas.

Qué quedara de este mundo
Donde irán nuestros legados
Que dejaron los ancestros
En nuestros bosques dorados.

Si desaparece el bosque
Desaparece la lluvia
Y vendrán grandes sequias
Y sufriremos penurias.

Morirán todas las fuentes
No habrá ríos ni riberas
Toda la tierra será
Una enorme calavera.

Lancemos una plegaria
Para esas almas perversas
Haber si podemos lograr
Que dejen la flora en paz.
Que es un lugar de cobijo
De aprendizaje y de ocio
Que es escuela y no negocio
El mundo es de nuestros hijos.

Ana Olmo

Mortaja


Dime muerte tú que guías
De la mano, a los finados
Dímelo por sí algún día
Pudiera recuperarlo
Se marchó mi compañero
En una mañana fría
De un gris y crudo febrero.

Se marchó mi gran amigo
Mi hermano, y mi compañero
Dejándome desolado
En panteón de desechos
Y de restos, exhumados.

Dime parca, dime donde me lo dejas
Que pronto yo iré a buscarlo
Fue compañero en mi vida
De fatigas y de llanto
Fuimos rompiendo alpargatas
Fuimos desgastando asfalto
Los dos corrimos el mundo
Codo a codo, y mano a mano

Yo también ya estoy cansado
Mis ojos se van cerrando
Ven parca recoge mi alma
Y llévame junto a mi hermano
Quedó mi cuerpo sin vida
Encima de un frío banco
Y mi traje de mortaja
Fueron dos cartones blancos.

Ana Olmo

Morente


MORENTE

En las calles de Granada
Se crió, Enrique Morente
Fue reinventando el flamenco
Con su arte y con su duende.

Cantó a los grandes poetas
Rompió su garganta ardiente
Y nos dejó el gran legado
De su origen y su gente.

La tierra viste de luto y de tristeza
El cielo luce de alegre faralaes
Las estrellas hacen fiesta
Por que ya Enrique Morente
Cantando está entre los ángeles.

Adiós maestro y creador de lo tangible
Que enarbolaste el pendón de algo -
Ta bello.
Departiendo con tu arte y don sensible
Timbrando con tu voz un ritmo nuevo.

Ana olmo

Mis sonrisas


Voy tirando de mi vida como puedo
Cuando en lo más oscuro de la noche
Mis sueños vuelan buscando la negrura
En las tinieblas de mi vida, se oyen voces.

Voces que me auguran una vida sin futuro
Entre seres de compleja compostura
Y en mis bosques otoñales, se difuminan colores
Que me envuelven en un manto de locura.

En soledad me encuentro, metida en los tumultos
Y cuanto más acompañada, más pequeña me hago
Yo intento escapar, pero oigo voces que me gritan
Que el declive de mi vida, está llegando.

Quiero evadirme de este loco desenfreno
De este ir y venir sin llegar a ninguna parte
Estoy cansada de que se pierdan mis pasos
Girando en torno a mí, viviendo un mundo aparte.

Estoy harta de sentirme tan sola
Rodeada de egoísmo sin medida
De esta lucha cotidiana, del día a día
Desde el alba hasta la aurora
Sin que me pregunten donde…
Hacia donde se fueron mis sonrisas.

Ana Olmo

Mis ojos


MIS OJOS

Veo rilar desde lo lejos
El calor sobre el asfalto
Brillando desde lo alto
Como si fuera un espejo.

Mis ojos ardientes miran
Como si llamase al agua
Es el clamor de mis ojos
Por que del dolor me abrasan.

Cansados de ver la vida
Se entregan a la apatía
Y veo pasar los días
Como una cueva de hormigas.

Como me duele mirar
Yo que tanto amaba al cielo
Ahora es tanto mi dolor
Que incluso le tengo miedo.
Ana Olmo

Mis nietos


Tengo cuatro nietecitos
Tres varones y una hembra
Los cuatro son moviditos
Pero el Ferrán los supera
Empiezo por mi Raúl
Niño robusto y brutote, picaresco, y bonachón
Quiere jugar a diario
Y si no vas a la suya, se pone contestatario
Luego viene mi Rubén
Menudito, muy serio y mimoso
Pero con muy mala uva, cabezón y caprichoso
Que se cree auto-suficiente
Y se lo quiere hacer todo
Luego viene mi Ferrán, ¡¡¡Dios!!! Cómo se multiplica
Si me separo de el un momento
La casa me la hace trizas
Todo lo quiere ver, y todo lo quiere tocar
No lo acabo de coger, y se me vuelve a escapar
La cuarta en nacer fue Alaitz,
Menuda y un poco arisca
Si le digo ven conmigo…
Igual se parte de risa, que se me rasca el ombligo
Y cuando sea mayorcita, me mandará al quinto pino
Pero como yo de abuela, ejerce no ejerzo mucho
Tendré que escribir poesía, para que sepan un día
Que son lo mejor del mundo, y por nada los cambiaria.


Ana Olmo

mis cuitas


Sentada estoy con mis cuitas,
Intentando comprender esta vida tan compleja,
Intento dar a mi mente el raciocinio,
Que oculto en la negrura se aleja de mi cabeza.

Hay lagunas en mi mente,
Y me rodea la ignorancia que torpe busca salida,
En la flor que adorna mi sala y bebe de mi jarrón,
La vida que sin vivir vivo y no entiendo,
Y le pido al Dios Morfeo que me sumerja en un sueño.

Que sin dudarlo me acune en sus brazos,
Porque dormir quiero para olvidar mis problemas,
Para olvidar todo lo duro de la vida,
Y se desate para siempre mi corazón de sus cadenas.

Cadenas de un amor no correspondido.
Con eslabones, de desidia y sufrimiento aletargado,
Yo y nadie más que yo tiene en la mano el poder dominador,
De borrar de mi mente tantos errores grabados.

Quizás pasado el tiempo, quitar pueda sin dolor,
Sin que por ello sangren los jirones de esta alma mía,
Arrancar de un manotazo tu imagen clavada en mí corazón,
Y alzándola en el aire proclamar mi libertad,
Viéndolas venir de otra manera dotando a mi mente de razón.

Ana Olmo

Mirame


Mírame y no digas que no me ves
Veo mi silueta refleja en tu cara
Yo te arroje de mi cuerpo
Yo te aleje de mi cama

Vete parca lúgubre y triste
Que llenas de tristeza las mañanas
Que esconden entre tinieblas
Las esquinas de las casas

Los hombres y las mujeres
Salieron a la labranza
Vete paca lúgubre triste
Que ya no me queda nada
Solo mi alma sin vida
Que está abriendo la ventana

Vete que no queda nadie
Solo mi alma que vaga
Sin que la acompañe nadie
En la oscura madrugada

Vete parca lúgubre fría
Que aquí ya no queda nada
Que para mí ya es muy tarde
Y mi alma esta entregada.

Ana Olmo

Mil sonidos


Tú que creas mil sonidos
Que se funden en el aire,
Formando hermosas, melodías
Tú que has recorrido el mundo
Tú que viviste, la vida,
Tú que gozaste de amores
Que nada te negarían.

Tú que subes las montañas
Y que bajas las colinas
Cargando sobre tu espalda
Todo el peso de la vida
Párate un poco un poco a pensar
Que en este mundo de paso
Solo nos separa un trazo
Para empezar a pagar.

Pagamos por lo que hacemos
También por lo que decimos
Pagamos nuestros errores
Y hasta por como vivimos
Y yo pagare con llanto
Él haberte conocido.

Ana Olmo

Mi vida


MI VIDA
Aposté contra la muerte
Veinte años yo tenía
Me acompañaba tu amor
Y ese amor fue mi gran suerte.

Me cuidabas con esmero
Vigilabas mi comida
Tanto llegaste a cuidarme
Que me salvaste la vida.

Hoy que han pasado los años
Que hemos andado el camino
Cogiditos y abrazados
Edificamos un nido.

Nacieron nuestros polluelos
Fuimos cruzando los paramos
Dirigiendo la pollada
Los criamos y educamos.

Fueron años de mucho amor
De juegos y de caricias
De abrazos muy prolongado
Y angelicales sonrisas.
Ana Olmo

Mi tierra


MI TIERRA

Luce orgulloso el clavel
Su color blanco inocencia
Tratando con los jazmines
Por la esencia más selecta.

Tierra con aire ascendente
Payo, moruno y caló
Gitana verde aceituna
Que la luna oscureció.

Pelo negro de azabache
Ojos color de esmeraldas
Y en la cintura la gracia
Que heredó de la giralda.

Sevilla alegre y gentil
Servicial y bullanguera
Donde se guarda el aroma
De la eterna primavera.

Tiene por bandera el río
De estandarte la giralda
Y en el parque María Luisa
Se escuchan bellas baladas.

Ecos que guardan suspiros
Sol brillante como el ámbar
Olor a incienso destilan
Las calles… de mi Sevilla gitana.
Ana Olmo

domingo, 20 de febrero de 2011

Mi sino


Yo maldigo mi destino,
Por que de alguna manera-
Bien sabe dios que quisiera,
Trazar mi suerte y mi sino

No todo en mi es vanidad,
Tan bien tengo cosas buenas
Que quisiera demostrar.
Mi necio orgullo mi encono,
Mi rabia cuando me enojo

No me dura media hora.
Luego siento la tristeza,
Cuando se apaga la llama
Triste la razón bosteza,
Ante un dios que me reclama.

Fugitiva mi conciencia,
Vaga buscando el espejo
Que le devuelve a lo lejos,
Grotesca silueta fría.
Distorsionada y vacía,
Con apariencia de viejo.

Ana Olmo

En mi rincon


En mi rincón me siento
Melancólica y ausente
Igual que un pensador
Con la mano en su barbilla
Esperando tal vez
Sentir fluir la fuente
Que mana por tus ojos
De agua cristalina.

En mi jarrón yo tengo
Cuatro rosas
Una por cada año
Que disfrutaron nuestros cuerpos
Mantienen la tersura
Del primer día,
Igual que mi boca guarda
Todo el calor de tus besos.

Talvez pasado el tiempo
Todo acabe,
Y quieras apartarme de tu vida,
Recuerda que mi amor
Es puro y grande,
Y crece con el paso de los días.

En mi rincón de ensueños
Yo me siento,
Suplicando a los dioses las migajas,
De un distraído
Y frío beso regalado
Ausente de calor de…
Amor pero con lágrimas.

Ana Olmo

Mi princesa


El revuelo de su falda
Cuando pasa por mi vera
Me da un frió por la espalda
Que la miro aunque no quiera
La sonrisa de sus labios
Me tiene loco perdido
Como no la bese pronto
Voy a perder el sentido
Tiene mi niña una cara
Que ya pintarla quisiera
Zurbarán Velásquez o Goya
Al óleo o con acuarelas:

Cuando sale los domingos
Con sus mejores trapitos
Las envidiosas la llaman
La reina del pollo frito
Pero ella no escucha a nadie
Y sigue tan rebonita
Vestidita de princesa
Y su cara lavadita
Por que es tan bonita mi niña
Que no necesita atrezzos
Ni hay una niña más bonita
En todito el universo:

Le pregunto si me quiere
No me da pares ni nones
Le gusta caminar sola
Para romper corazones
Quiero que venga conmigo
Quiero formar un hogar
Quiero hacerle yo a mi niña
Un palacio de cristal
Que tengamos muchos hijos
Tan bonitos como ella
Porque mirarla a los ojos
Es como ver las estrellas
Quiero tenerla a mi lado
El día que yo me muera
Rodeado de mis hijos
Y llevarme algo de su aroma
En mi último suspiro.

Ana Olmo

Mi piano


MI PIANO

Al final buscando besos has venido
Dejando en alabastro amor tallado
Tan delicado y frágil con cuidado
Protegiéndolo del arco de Cupido.

En el pentagrama hay un do sostenido
En mi urna de recuerdos bien guardado
Por tus ojos solamente contemplado
Y que al roce de tus dedos cae rendido.

Piano de cola al viento
Que rompes con tus notas la mañana
Con dulces melodías que engalanan
Despertando los más dulces sentimientos.

Dueño de mi salón sin cumplimientos
Piano de postín de fina caja
Tus teclas de marfil color de paja
Del tono de tus notas soy sediento.

Confieso que mi sangre se alborota
Con el roce de tus dedos me embeleso
Tus teclas para mí son como besos
Que el paso de los años dejó rotas.

Ana Olmo

Mi niño


Mi niño dulce y querido
Largo tiempo deseado
Añorado con ahínco
Por papas desesperados.

Cuando ya en mi edad bailaban
Las dudas llenas de miedo
Pensaba que no venias
Pero en mis brazos te tengo.

Vas llenando día a día
Cada rincón de nuestra casa
Con tus juegos y tus risas
Y tus primeras palabras.

Niño amado y esperado
Como agua de primavera
Tiemblo pensando en el día
Que te aparten de mi vera.

Si te veo feliz yo floto
Como pompa de jabón
Pero si te veo triste
Se me parte el corazón.

Eres la cosa más bella
Que mis ojos contemplaron
El bebé más dulce y tierno
Que jamás haya abrazado.

Te quiero niño rubito
De ojos azulas y piel nacarada
Tu sonrisa me da vida
Y me atrapa tu mirada.

Ana Olmo

Melancolico



El hombre que conocí, hace años
Hoy lo encontré, triste, melancólico, y vacío
Antaño dicharachero, y alegre
Hoy hombre, taciturno y aburrido
Sin ilusión por la vida
Y campando a su albedrío.

Ojos preñados, de solitaria tristeza
Bajo el bigote gris, sus labios fríos
Que buscan a escondidas la tibieza
De unos besos perdidos en el olvido.

Evocando en la tarde pasa el tiempo
Rememorando, en otro cuerpo lo vivido
Tres veces me alejó, y tres volví
La cuarta para herirme no le brindo.

Ya recogió su cosecha, de hombre hundido
Con sus amigos, de su pasado se ufana
Escondiendo, la mirada de hombre esquivo
Y llorando su soledad, en la almohada.

Ana Olmo

Meditando


Meditando a solas cierto día
Un hombre mirándose las manos se decía
Nadie ha disfrutado más que yo
Acariciando los tallos de mil flores.

Árboles de diferentes edades, jóvenes y mayores
Con sus frutas verdosas y maduras
Para disfrutarlas libremente, y sin temores
Al amparo de la sombra y la negrura.

Yo soy el árbol de la fruta madura.
Que tú con tus manos zarandeas-
Hasta que la fruta se desprende y cae rendida
Para siempre junto al hombre que desea
.
Tú lames cuanto tengo de alimento
Haciéndome la esclava en tu aposento
Y tu poderoso caballero
Me sirves de alimento a mí... cuando yo quiero.

Ana Olmo

Meandro


MEANDRO
Es mi dama lo mismo que un balandro
Navegando en un caudal de agua serena
Refugiado en el recodo de un meandro
Donde nunca llegan cantos de sirenas.

Es mi dama mi reposo y mi consuelo
Siempre alerta siempre al quite de mi antojo
La que barre los escollos de mi suelo
La que sufre el escozor de mis abrojos.

Es mi dama mi señora y mi lacaya
Amante amiga y madre ausente
Es el acta donde queda reflejada
La ignorancia y la torpeza de mi mente.

Es mi dama la autopista que me guía
Pues mi mente sin la suya no es completa
Soy varón y reconozco aunque a porfía
Que sin ella no tendría mano derecha.

Es mi dama…siempre ella en todas partes
La que cose, la que lava, y la que plancha
La que nutre al holgazán con sus manjares
En mi rincón favorito de la casa.
Ana Olmo

Me gusta


ME GUSTA

Me gusta ver mi tierra en el verano
Cuando se dora el trigo bajo el sol
Los grandes campos de blancos algodonales
Que igual que un cielo brilla en el albor.

Me gusta respirar ese olor dulce y acre
Que deja el surco húmedo bajo mis pies
Me gusta el dulce aroma del centeno
Al romper su erguido tallo sin querer.

Aun guardo en las fosas nasales el aroma
Que el abono va dejando en el plantío
Ese olor que al fermentar deja el calor
Cuando en las sombras me protegía del estío.

Aun recuerdo aquel búcaro de barro
Fresquito chorreante y resbaloso
Y el sabor tan peculiar del agua a hierro
Pero tan fresca que sacábamos del pozo.

Si me pongo a recordar jamás termino
Y no quiero por que el corazón me duele
Dejé tanto cariño en el camino
Repartido entre las almas de mis gentes.

Hoy en tierra extraña me acomodo
Pero nunca podré olvidar mis raíces
Ni mi tierra acogedora e indolente
Ni del cielo de la al-Ándalus sus matices.

Ana olmo

sábado, 19 de febrero de 2011

Me dejé llevar


Me dejé llevar por los sentimientos
Igual que la hoja que del árbol cae
Me deje arrastrar por el frio suelo
Moviéndome solo cuando sopla el aire.

Me dejé llevar una noche oscura
Cuando la añoranza rompía mi alma
Cuando en la negrura se escondía la luna
Me dejé llevar sin decir palabra.

Me dejé llevar por que ya no hay ganas
De esta lucha inútil entre almas gemelas
Se perdió en el tiempo toda la ilusión
Que se fue perdiendo sin notarse apenas.

Me dejé llevar por los atabales
Dejando mis huella en la arena ardiente
Curando las llagas sangrantes y negras
Me dejé llevar por mi mala suerte.

Me dejé llevar por el corazón
Y entre nubes blancas buscaba tu imagen
Luché con mi alma perdiendo la fuerza
Y venció tu orgullo y tu mala sangre.

Me dejé llevar por mis pocos años
Tú me modelabas igual que la arcilla
Pero me cansé de ser tu muñeca
Y me revelé reclamando mi vida.

Me dejé llevar cuando me decías
Que yo era tu vida y tirabas la llave
De la jaula de oro donde me tenías
E igual que a una Alondra me bebía el aire.

Pero nada importa si voy ó si vengo
O si entre los barrotes se apaga mi alma
Ya mi juventud se perdió en el tempo
Y ahora en la vejez reclamo la calma.

Ana Olmo

Maxima


Te voy a dar una máxima
Que quizás tu mente ignore
Que el amor como pasión
Es un gran jardín de flores.

Si no lo riegas se muere
Si no lo cuidas lo matas
Si no trabajas la tierra
Se seca y se resquebraja.

Que nadie tiene derecho
A mirar al semejante
Como si fuera un insecto
Que de la tierra brotase.

El mirar a las personas
Para abajo y con desprecio
Si no es para brindar tu mano
Jamás debes hacer eso.

La máxima que practico
Es buena para mi ego
Me hace entender que el amor
No es cosa de llamar juego.

No se juega con la mente
Ni sentimientos ajenos
No es bueno por que se rompe
Al semejante los sueños.

Si quieres a otra persona
Padre, tío, hermano, nieto
Jamás debes defraudarlos
Y trátalos con respeto.

Y si estas enamorado
Si te duele el corazón…
Por los daños proferidos
Tienes que pedir perdón.

Hay quien dice presumiendo
Que en el dolor no hay memoria
Palabras de gentes necias
Que nunca tendrán historia.
Ana Olmo

Mas allá


Más allá de lo que es visible
Mucho más allá…
Donde se olvidan los sueños
Antes de que se rompa la línea infinita
En el horizonte verde
Donde se une la tierra y el cielo.

Cuando el sol enrojece
Por que cae la tarde
Y el cielo más bello
Lo acoge en su seno
Con su manto negro
Bordado de estrellas
Cobija las almas
Que dejan la tierra
En un sueño eterno.

Más allá, de lo que puede
Abarcar, el pensamiento
Rompiendo barreras
Buscando la luz, escapa del miedo
En el grotesco espacio
Donde enmudecen las palabras
Jamás compartidas
Que se fueron perdiendo.

Más allá del amor
Imprudente y loco
Que yo por ti siento
Que es como el agua
Que hidrata y nutre a la vez
Como el aire puro
Que expande y da vida a mi pecho
La sangre que corre
Y da luz a mi piel…
Así es el amor
Del que me alimento.

Ana Olmo

Mariposa


Es una niña preciosa
Mariposa de un romero
Juguetona y cariñosa
Con unos ojos tan bellos
Negros… como de una mora.

Tiene unas pestañas grandes
Que parecen abanicos
Y unos moretes tan dulces
Que te hacen quitar el hipo

Conmigo se lleva bien
Hacemos muy buenas migas
Por que mi niña es un cielo
Y se llama Carolina…


Espero que cuando crezca
Ella sepa comprender
Que el cariño es compatible
Con mi manera de ser.

Por que soy un poco arisca
Y es que me siento viejita
Por que la Fibromialgia
Me tiene el cuerpo hecho trizas.

Será un encanto de niña
Pudorosa y mimosita
Ordenada y bondadosa
Siempre tiene una sonrisa
Por que es mi niña una diosa

Por que es igual que sus padres
Siempre cuidando sus hechos
Con un corazón tan grande
Que no les cabe en el pecho.

Y de carácter leal y afable
Como su abuela. (Yo  jiji:)


Ana Olmo