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martes, 22 de marzo de 2011

Sueños alados


Si pasado los años rememorara, mi pasado,
Y la vida me ofreciera, la oportunidad para amar de nuevo,
Aun sabiendo todo cuanto sé, volvería a creer en mis sueños
.
Volvería a escribir un diario a escondidas,
En mis largas noches, bajo el blanco lienzo,
Volvería a soñar que soy tuya, volvería a soñar que te tengo,
Volvería a decir todo lo que he dicho, volvería a hacer cuanto he hecho.
Como loca buscaría tus labios, en momentos cortos que nos brindó el tiempo.

A mis sueños le daría alas, para que volaran buscando tus sueños,
Porque tú me enseñaste a volar, con las alas de mi pensamiento.
No pensemos que pasan los años, no pensemos que nos hacemos viejos,
Todavía podemos gozar de besos y abrazos, y dulces momentos.

Monótona y vacua, transcurrió mi vida, hasta conocerte inocente y fría,
Contigo aprendí a disfrutar del cuerpo, dulces sensaciones que desconocía.
Si Dios me pudiera brindar, sin mutar mi cuerpo una nueva vida,
Buscaría la luz de tus ojos, y en el laberinto de almas vacías.
Con los ojos cerrados y a tientas, tu cuerpo entre miles reconocería:

Ana Olmo

Sueños


Sueño con subir montañas.
Y con bajar las laderas.
Sueño con darte la mano, y que me lleves donde quieras.

Sueño que soy un barquito,
Que tú eres mi marinero,
Que yo soy vela de seda, que me lleno de tus besos.
Que tú eres un vendaval,
Y yo soy una vela al viento.
Que me llevas, y me traes vagando de puerto en puerto
.
Sueño que soy una ola.
Que con su traje de sal, espera a su marinero.
Pero nunca llegará.
Por que es amor traicionero
Y eligió irse a navegar, antes de dar un si quiero.

Ahora está triste la vela,
Por que el amor. Que esperaba, contemplando el firmamento.
Se convirtió en tempestad.
Y soplo para otros puertos, dejando la vela atrás.

Ana Olmo

Sueño imposible


Lo miré una noche cuando yo bailaba
Prendada quedé queriendo quizás
Poder retener la dulce silueta
Que en mi habitación volvía a evocar.

Bailamos los dos al dia siguiente
Y su cuerpo joven yo pude abrazar
Mi mente volaba como un potro alado
Y mi cuerpo entero empezó a temblar.

Colgada quede en su tierna sonrisa
¡¡¡Bésale en la boca!!!-mi mente grito
Pero tuve miedo de amar con locura
Y que el corazón me pudiera sangrar.

No obstante mi sed de ternura
Llorando por dentro lo dejé marchar
Hoy sigo llorando por mi cobardía
Pues mi madurez fue la sin razón

El miedo invadió mi vida vacía
Por ser tan cobarde no tengo perdón
Y sigo añorando el postre más rico
Un buen chocolate en un gran tazón.

Que pena que el tiempo marque los destinos
Tú te retrasaste ó me adelante yo
Lo cierto es que hay una gran distancia
De años y vivencias que el tiempo agravó.

Ana Olmo

Sueño en las nubes


En sueños al cielo subí,
Y en las nubes paseé,
Tan bellos jardines vi,
Que no lo pude creer,

Cuando le quise enseñar,
A mi amor la maravilla,
De un sueño tan irreal,
Buscaba sin encontrar,
De Adán mi media costilla,

Desperté sobresaltada,
Con el aliento reseco,
A un hombre encontré en mi cama,
Y se esfumaron mis sueños.

Igual que un muñeco roto,
El hombre yacía en mi lecho,
Y yo cerrando los ojos,
Clamaba al cielo mis sueños.

Nada espero ya de la vida,
Mi tiempo pasó a la historia,
Y quedándome dormida,
Volví a pasear por la gloria.

Ana Olmo

Suelta las palabras


Suelta las palabras que rompan silencio
Suéltalas muy dentro donde nadie escucha
En mi pecho ignoto tengo una caverna
Y un hermoso cofre lleno de dulzura.

Suelta las palabras que están sometidas
Presas en el eco de esta cueva oscura
Suelta los grilletes que atan mi vida
Y déjame que viva la esencia más pura.

Suelta las palabras que lleguen a mí
Rompiendo barreras de los pensamientos
Y que con el dialogo yo te pueda decir
Con bellas palabras todo lo que siento.

Si pasado el tiempo tú te arrepintieras
Y negar quisieras lo que ahora vivimos
No tengas temor pues no dejaré
Que mi honor se arrastre por el negro limo.

Por que quiero ser la esencia de un todo
Quiero ser la dueña de tu cuerpo y mente
Beber de tus labios ese dulce néctar
Y ofrecerte el mío que mana en torrentes.

Quiero ser la brisa salada del mar
El sol que caliente tu cuerpo desnudo
Que tumbado en la arena tostándose está
Y que es lo más bello que he visto en el mundo.

Ana Olmo

Sudario


Déjame pasar que arrastrando voy,
Por la hierba verde, mi tristeza eterna
Déjame, que le llore a los campos,
Y que entre tanto páramo, mis lágrimas se pierdan.

Deshojando voy, las margaritas blancas,
Y tirándolas al viento, les pregunto,
Por qué si yo lo amé, creyendo en sus palabras,
En la más cruel tristeza, sumergió mi mundo.

Como efigie de marfil, mi rostro palidece
Cuando por las esquinas, como loca te persigo
Ya no me queda nada, solo el recuerdo lejano,
Y la esperanza, de que el tiempo, pone a todos en tu sitio.

Disfruta lo que tienes, mientras puedas,
Por que pronto la vida, te pasará factura,
Tengo que ver, como te pierdes en tu mundo falso,
Y sin que nadie te quiera, te atormente la amargura.

Dale tiempo al tiempo, y camina despacio,
Que yo desde la sombra, te sonrío,
Tejiendo estoy, con paciencia, tu sudario,
Que envolverá, tu cuerpo, corrupto para dejarlo en el olvido.

Ana Olmo

Soy para tí


Amor por que desconfías, de mí cariño verdadero,
Si tu eres parte de mí, como una parte de mi cuerpo,
Tú eres mi guía en mis días de dolor,
Al final del túnel, tú eres mi luz.
En mis días endémicos, me nutro de ti.

Tu recuerdo mantiene viva mis esperanzas,
En este campo de batalla que es la vida,
Vagando por el desierto de mi mente, yo bebo de ti,
Y en el fragor de ráfagas de fuego y sangre pienso en ti.

Porque tú me das fuerzas, para seguir caminando,
Con la muerte siguiendo, mi triste figura,
Yo busco entre desechos a mis hermanos, y solo te veo a ti,
En un resplandor dorado, voy siguiendo tu imagen,
Mientras mi alma, se va fundiendo con la oscuridad,
Mis manos te buscan a ti.

Al final de la batalla, cuando todos duermen el sueño eterno-
La tierra se vuelve púrpura y fétida,
Y entre tanta desolación, busco en mis recuerdos tu aroma,
En una amarga sonrisa, sombra triste de una mueca,
Yo me entrego a ti.

Para que con tus ojos, me guíes hasta la luz,
Y se alejen mis temores, y angustias terrenales,
Te entrego mi vida, dispón como quieras…soy para ti.

Ana Olmo

Soy así


SOY ASÍ
Soy la dama de tu cuento
La que deshace tu cama
La que cuando tiene ganas
No le valen miramientos.

Desnudos cuerpo con cuerpo
Con mis manos te acaricio
Y mi lengua la deslizo
Como un camaleón hambriento.

Sabanas de raso fino
Se deslizan de la cama
Y aferrada a la almohada
Maúllo igual que un felino.

Tú eres el sol que calienta
Mis horas cuando anochece
Me has amado tantas veces
Que ya he perdido la cuenta.

Tus manos con gran destreza
Van modelando mi sexo
Vas robando beso a beso
La razón de mi cabeza.

No hallé locura más buena
Que tus dedos deslizantes
Intentando contagiarme
Una noche de verbena.
Ana Olmo

Soñé contigo


Soñé que estaba contigo,
En medio de un campo verde,
Soñé con montes azules.
Soñé con largas veredas.
Soñé que tú me besabas, un día de primavera.

Sentí tus manos en mi cuerpo,
Sentí tus labios en mi oreja,
Susurrándome al oído una melodía nueva
El sueño rompe la noche, timbrando todas mis cuerdas,

Y me llena de energía, por que mi alegría es ella.
Mi cabeza me aconseja que te olvide.
Mi corazón, se revela,
¿Por qué en mi sueños perdidos?
Son tus palabras, tan verdaderas.

Ana Olmo

Soñaba



En la playa negra de tu vientre plano
Quisiera ser roca y besar el agua
Que brota salada por todo tu cuerpo
Y como un sediento quisiera probarla.

En la selva virgen de tu piel morena
En las escarpadas cumbres de tu cuerpo
Quisiera ser búho y beber en tu fuente
Fresca y transparente en la noche serena.

Quisiera ser Morfeo y velar tu sueño
Poner gran empeño en saciar tus ansias
Retroceder en el tiempo buscando un futuro
Y ser una efigie de bronce tallada.

Borrar de mi cuerpo los años vividos
Y tersar mi piel por el tiempo ajada
Si en vez de ser viejo tuviera tus años
Prometo morena que no te escapabas.

Pero si consigo tener tu amistad
Seguir manteniendo algo en la distancia
Y mientras mi mente recuerde tu imagen
Esta lucha inútil la tengo ganada.
Ana Olmo

Sonambulo


Como quien camina, sonámbulo en la noche.
Como quien cambia de humor, si motivo aparente.
De pronto el cielo gris, me manda una sonrisa.
Pero yo estoy atado, indefenso e impotente.
Como el sediento al agua, yo busco tu mirada.
Así de complicado, tengo los pensamientos,
Queriendo decir tanto, y nunca decir nada.

Camino taciturno, reprochándole a mi ego.
Como quien quiere y no, salgo a tu encuentro.
Entre sombras y portales yo me oculto,
Y dejo el corazón que libremente, te siga con el viento.
Que solitario y triste quedó, mi entorno enrarecido.
Que tétricas y oscuras, son mis tardes,
Decir quisiera, todo lo que callé.
Y ahora que quiero hablar, no tengo a nadie.

Que vacío de tu aroma, quedó mi mente,
Entretejiendo mi razón, sin compostura,
Como si de una araña, se tratara,
Remendando voy mi corazón, con jirones de locura.
Largo se me hace el tiempo, y pesados los días.
De tanto ir y venir, sin ilusiones,
De tanto trabajar, buscándome la vida,
Intentando olvidar, entre falsas pasiones,
Así es mi triste, destino,
Estando en compañía, solo me crié,
Y estando en compañía, solo vivo.

Ana olmo

Solo una rosa


Disfruta de los momentos
Que te brindará la vida.
No dudes y abre los ojos
A los sueños que persigas.
Duro es conseguir la meta
Que en la vida te as trazado,
Si se te cierran las puertas
No entres pegando codazos.

No me seas codicioso
Piensa bien y recapacita
Se sorprenderá tu mente
De lo que la viada brinda
De los misterios que tiene guardado
Y los reveses que tanto temías.

Penetra sin miedo en el dédalo verde
Sin cerrojos negros ni llaves perdidas
Tu aposento será nuestro oasis
Donde saciaremos la sed día a día.

De tu mente borraré los fantasmas
De tu pecho el miedo y te daré vida
Te cobijaré en mis senos
Y suavizaré tu semblante
En el dulce remanso de las sabanas tibias.

Ábreme tu pecho que penetrar quiero
Y darte los besos que te negué un día
No dejaré que te seque el aire
Igual que la rosa que tú me dejaste
Sobre mi lápida fría ¿Tan solo una rosa?
A cambio de tantos años de darte mi vida,
Ana Olmo

solo tú


Solo tú amado mío
Conoces los esfuerzos más pujantes
Que hace mi corazón para latir
Y parecer al mismo tiempo
Frío y distante.

Solo tú amado mío
Sabes de nuestras vidas lo vivido
De nuestras largas entregas
Y… de nuestro amor prohibido.

Solo tú amado mío
Conoces mis deseos más ocultos
Aunque esquives…
La mirada como ausente
Será inevitable gozar juntos.

Solo tú amado mío
Sabes que puedo ser…
Romántica y ardiente
Lo que los dos deseamos
Y… lo que ignora la gente.

Con la mirada te busco
Entre la gente que observan
Como de mis labios salen
Besos con forma de estrellas.

Pero a pesar de ignorarme
Cuando nos mira la gente
Dices… te amo con locura
Y que el silencio te pierde.

Ana Olmo

Soledad


Devuélveme la lánguida mirada de tus ojos
Ciñe tus manos a mi talle fino
Y deja al corazón arder en los deseos
Que la hoguera de tu cuerpo es mi destino.

Vuelve la noche, y con la noche mis sueños
Poblado de visiones ya vividas
Gozosamente se va amoldando mi cuerpo
Danzando nuestras almas en lirica armonía.

Devuélveme la lánguida mirada de tus ojos
Igual que un lago azul frio y profundo
Que quiero por piedad ahogar el fuego
Que me quema y me destruye, atándome a tu yugo.

No quiero la noche que tu imagen me niega
Apagándome la luz de tu mirada
Miedo me da el silencio que me envuelve
Cuando con el sueño se me borran tus palabras.

Devuélveme el amor que te entregué
Devuélveme los besos entregados
Mete mi corazón dentro del pecho
Que se llene el gran vacío que has dejado.

Ana Olmo

Sol mañanero


Acompáñame, me dijo el río,
Naveguemos juntos como dos amigos,
Por que tú eres el Sol, y yo te necesito,
Para que tu calor, caliente mi nido.

Cruzaremos los valles, recaudando el agua,
En los brazos fríos de un monte perdido,
Se acerca el deshielo, de grandes neveros,
Y lamiendo laderas, se acercan al río.

Cuando en la alta cumbre, se escuchan lamentos,
Cuando la montaña, su languidez llora,
Un gran manto verde, se alza hacia el cielo,
Y la tierra reclama la vida, que la nieve borra.

El río va pariendo, entre gemidos planos,
Un pentagrama blanco, de notas olvidadas,
El trino de las aves, y el silbido del viento,
Van grabando sus notas, con la canción del agua.

Un gran valle verde, se nutre del río,
Y en sus aledaños, se escuchan las risas,
De los duendes que esperan, que llegue el estío,
Y que por sus venas, recorra la vida.

En el agua fresca, se ven los reflejos,
De un sol mañanero, dorado y brillante,
La tierra es el lecho, donde duerme el tiempo,
Y el río es su arteria, vital y latente.

Ana Olmo

Sinverguenza


Permiso pido señora
Para rondar su ventana
Que despuntando la aurora
Vuela fugaz la mañana.

Escalar quiero en el muro
Encaramado en la hiedra
Si consentís de seguro
Que quedareis satisfecha.

Dejadme llevar las riendas
Cuando llegue a su aposento
Dejadme que pare el viento
Igual que la espesa niebla.

Dejad que mis manos lleguen
Osadas hasta su cuerpo
Dejadme besar el claustro
Donde duermen sus lamentos.

Dejad marchar los tormentos
Que igual que la nieve pura
Se derrita en la premura
Con su ardiente pensamiento.

Ana Olmo

Sinfonia triste


Se acerca el otoño, triste y ventoso,
Hojas secas van cubriendo el suelo,
Hambrientas de vida, suplican al viento,
Que no las arrastre por el frío hielo.

Con esta apatía, escribo mi historia,
Igual que las hojas, que su luz perdieron,
Del verde al marrón, perdieron el tono,
Y yo perdí un amor, que creía eterno.

Pasado los años, solo va quedando,
En las hojas secas, un dudoso nervio,
Que cuando las tocas, se quedan en nada,
Igual que tu amor, que murió en silencio.

Tu amor y las hojas, quedaron en polvo,
Nutrientes que absorben, pensamientos nuevos,
Sinfonía triste, que mi alma aletarga,
Llenando praderas, de colores bellos.

Soy el escribano, que inmortalizo mi historia,
Unos días vivaces, y otros casi muertos,
Temiendo en silencio, que llegue el otoño,
E igual que las hojas se seque mi cuerpo.

Ana Olmo

Sin vida


Noche negra, noche fría, triste noche,
Llena de melancolía
Cuerpos sin vida, que un día gozaron
De todas las cosas bellas, que en la tierra hallaron
Abandonaron sus cuerpos, sin tener tiempo
De pedir perdón y calmar su conciencia,
Para ganar el cielo.
Ahora vagan perdidas, entre dos mundos.

Desorientados destellos de melodías
Pentagrama inacabado, de las vidas
Mal encaminadas, y rotas,
Sin una vara rectora, que las dirija.
Noche de muchas caretas,
Oscura careta larga, larga como una agonía
Cuando te llama la parca, no te perdona la vida.

Ana Olmo

Silencio


Vuela libre el pensamiento, bate las alas al aire
Voy esnifando tu aroma, merodeando tu calle
El amor quiere ser libre, yo lo quiero sujetar
Pero lo mismo que el viento debo dejarlo marchar.

Hablan las lenguas de acero, tañen campanas de bronce
Llevan los dulces lamentos al corazón de mi hombre
Gasta trazas de hombre huraño, de bohemio y solitario
No le ablandan sutilezas, que puedan llevar a engaños.

Por eso en mi pensamiento, reto mis formas por ser
Su deseo más hermoso, y ese sueño misterioso
Que vuelve al amanecer.

Entrar en tu pecho quiero, y decirte sin palabras
Que el amor libre no quema, y el que te ata te abrasa
Deja abierto tu aposento no me cierres la ventana
Que cabalgare en la luna, para besarte la cara.

Ana Olmo

Si yo pudiera


Si yo pudiera amor mirar tus ojos
Besarte cada parpado encendido
Bajando suavemente sin decoro
Dejando huella en tus labios como el vino.

Si yo pudiera amor ir recorriendo
Tu cuerpo tramo, a tramo sin medida
Si yo pudiera amor beber la miel
Que mana de tu boca a la deriva.

Si yo pudiera hacer cuanto deseo
Modelarte entre mis manos como arcilla
Acoplándome a tu cuerpo como el viento
Borrar tu pensamiento de fatigas.

Si yo pudiera amor haría tanto…
Que con solo pensarlo ya me venzo
Pues dentro de mis carnes siento el fuego
Que lacera con su llama de tormento.

Un temblor interior mece mi vientre
Que arremete con la rabia del deseo
Formando una laguna indiferente
Que rodea un atolón de lava y fuego.

Si yo pudiera amor…si yo pudiera…
Si yo pudiera amor…pero no puedo
No puedo disfrutar este amor nuestro
Pues solo puedo amor verte a destiempo.

Por eso digo amor… si yo pudiera
Tenerte para mí toda la vida
Saciar el hambre loca de tu cuerpo
Bebiendo sorbo a sorbo nuestras vidas:

Ana Olmo

Si yo callo


En el triste atardecer se va perdiendo
La palidez de un día que se aleja
En las hojas de las flores va quedando el rocío
De una noche fría y sempiterna,
Cuando brille el sol, de la mañana nuevamente
Abriré tu panteón, y contemplare la muerte:

Líbreme dios y déjeme en tiempo de gloria,
Hoy y no mañana te contaré mi vida,
Tú me enseñaste miles formas de amar,
Yo poseo la certeza de adorarte todavía
Espérame amada mía, que la parca me vigila
Me sentaré en el porche de mi hacienda
Y esperaré que la parca se decida,
A llevarme contigo, para dormir la vida eterna:

Noto amada mía, que un manto negro me acoge
Que me arropa y me lleva a las tinieblas
Donde junto a ti se olvidarán mis temores
Y desde arriba podremos contemplar la tierra
Mírame ninfa del limbo, extiende tus manos blancas
Y llévame a tu panteón que descansará mi alma
Si yo callo me callaré para siempre,
Mas no importa… junto a ti descansaré serenamente:

Ana Olmo

Si un dia me ves


Si un día me ves con semblante de alegría,
Con un cuaderno en las manos,
Y escribiendo una poesía
Alégrate, que te cuente mi vida

Conque facilidad me sale las palabras
Imagino que me ríes,
Imagino que me hablas y me miras
Y en una estela azulada que me mandan tus pupilas
Dejo pasear los sueños,
Y me salen las poesías, con tanta facilidad
Que me parece mentira,
Que yo pueda tener dentro, tantísima fantasía

¡Quizás es por que te quiero!,
Cualquiera me lo diría, que pudiera conocerte
Y que me enamoraría.

Ana Olmo

Si quieres tú


Quien te amargó la vida, de esa manera,
Quien borró de tu boca, las palabras bellas,
Quien de tus ojos verde, apagó la luz,
¿Porqué siempre estas tan triste? –dímelo tú-.

Tan solo con mirarte, antes veía,
Chispeantes luceros, en tus pupilas,
Igual que un pobre ciego, buscas la luz,
¿Por qué todo es tan oscuro? – dímelo tú-.

¿Porqué desprende tu cuerpo, tanta apatía?,
Quien te coloca el yugo, que así te asfixia,
Yo poseo un universo, verde y azul,
Que pongo entre tus manos, -si quieres tú-.

Me conmueve tu sonrisa, me sonroja tu mirada,
Si estas serio, yo enmudezco, si yo hablo, tu te callas,
Perdió la credibilidad, ganó la desconfianza,
Pero te sigo queriendo como a un amigo del alma.

Ana Olmo

Septiembre


Septiembre triste, que esperas la llegada
De un mayo, florido y ardiente
Joven galán de cuerpo enjuto, ojos soñadores
Y brazos fuertes.

Que cubra con un beso, sus noches frías
Y abra el portillon, cerrado de septiembre
Que grandes chorros broten, de su potente quilla
Alegre y juguetón, lo mismo que un torrente

Inmensa muchedumbre, que en el amor, nunca esta sola
Siempre hay alguien, que lucha por la vida
Así sucede cada día, en la vida de septiembre
.
Mayo complaciente, modera sus deseos
Con pasos cadenciosos, busca la flor insatisfecha
Toma su tiempo, y aprende de septiembre
A emerger a la vida, y buscar a tientas.

Penetrando en la cueva, para recobrarse
Y al instante el corazón, libremente al cielo, vuela.
Ana Olmo.

Señorita triste


El viento le alborota
Con descaro el pelo,
Dime señorita triste,
Cuenta que está sucediendo,

Tienes rojas las mejillas,
Y fuiste hace un momento,
A mirar por la ventana
Dime que estas esperando
Que te traiga la mañana

Tus ojos son lánguidos,
La mirada opaca
Estas sola y triste se nota en tu cara
Señorita triste que está enamorada
De un gentil varón
De armadura blanca

Probaste el fruto de su boca grana
Y morirás de amor sola y olvidado

Ana Olmo

lunes, 21 de marzo de 2011

Sabia que eras tú


SABÍA QUE ERAS TÚ

Paseando una mañana
Por la calle te encontré
De pronto sentí morir
Extasiada me quede.

Al verte yo comprendí
Pues mi corazón latió
Que serias para mí
Que tu destino era yo.

La esperanza había perdido
De encontrar un gran amor
Y al ver tus ojos de frente
Mi sangre se alboroto.

Mi lengua se enmudeció
Mis manos eran dos ríos
Y por mi cuerpo corría
Un sudor salado y frío.

Por mi cabeza pasaron
Pensamientos en volandas
Nadando me vi en las aguas
Del verde de tu mirada.

Luego te fuiste marchando
Entre nieblas y reflejos
Y me di cuenta enseguida
Que todo había sido un sueño.

Ana Olmo

Sabanas frías


Se embelesó mi alma, al mirar tu pelo,
Y sin proponerlo, mi mente voló
De tu pelo al cuerpo, del cuerpo a la cara
Y en tus labios rojos prendida quedo

Que lejos quedaron, los días vividos
Cuanta indiferencia, hay entre los dos
Sentir yo quisiera, tu mano en la mía
Tus labios en mi boca, temblando de amor.

Inexorable el tiempo, la sien te platea
Por tanto trabajo, y tanto desamor.
Buscas a destajo, placer a escondidas
Que en sabanas frías, alguien te negó.

Se pasan los años, se pierden las ganas
Se pierde el embrujo, que un día brillo
Rutilante y bello, tu rostro gemía
Cuando nuestros cuerpos, hacían explosión.

Ana Olmo

rosas para tí


Siguiendo voy el perfume de las rosas
Que crecen como versos en el jardín de Ana
Bajo el influjo fértil de los besos
Rosas de sangre cortaré si son lozanas.

Te mando amor las rosas más fragantes
Que corté para ti en el jardín del olvido
Entre tu amor y el mío hay un espacio abierto
Tan grande como el grito que hiela los sentidos.

Nadie es ajeno a la belleza ardiente
Que se nutre del sol rojo y distante
Igual que un beso tibio bajo un puente
Y el abrazo en un recodo de aguas rutilante.

Que corto se hace el tiempo cuando amamos
Y que larga es la vida discordante
Que triste fue la juventud perdida
Sin perseguir un sueño al que entregarte.

Regálame un jardín de rosas sin espinas
Que yo te entregaré los pétalos de margaritas blancas
Tu los tiras al aire para ver
Donde tienen la magia de saber sin saber nada.

Ana Olmo

Rosas ni flores


¡¡Ay!!, quien fuera banquito
En la plaza de tu vida
Para que tú te sentara
A coser todos los días.

Con tu vestidito rosa
Con tus sandalitas blancas
Y prendido de tus trenzas
Un ramito de albahaca.

Al mirarte me quedé
Sin habla como en un sueño
Mientras no sepa tu nombre
Yo no cejaré en mi empeño.

Rondare toda tu calle
Vigilare tu ventana.
De una mujer como tu
No me quedo con las ganas.

No tengo rosas ni flores
Para poderte ofrecer
Pero tengo un corazón
Que muere por tu querer.

No digas que no me quieres
No me niegues tu sonrisa
Déjame soñar despierto
Aunque todo sea mentira.

Ana Olmo

Rosas con espinas


Mirando el hombre que soñó ser y no supo,
Y que ambicioso, buscó su norte.
Su mal gobierno, su loco proceder,
Sumió su vida, en amarguras y reproches.

Como un mono de feria, se vislumbra,
Expuesto en el escaparate, de la vida.
Viendo como se escaparon, sus amigos,
Y que poco a poco, va perdiendo a su familia.

Está cansado y solo, sin ánimos de lucha,
Pues sabe que ya no tiene salida.
El viejo, vuelve a su cueva,
Que es un antro, de suciedad e inmundicias.

Fetidez de muerte, sus paredes desprenden,
La miseria, se apoderó de su vida.
Él sé hecha a dormir, como un iluso,
Sin el más mínimo respeto, de su familia.

Pero la vida, no es como el la sueña,
Es un camino de rosas, pero con muchas espinas.
Su alma es un negro laberinto, tortuoso y sin salida,
Su brillante mente, e inteligencia viva.
La dejó por los caminos, olvidados.
De sexo fácil, y de mujeres vacías.

Ana Olmo

Rosa de pasión



Rosa de pasión, quisiera ser,
Para enredarme, en tu cuerpo.
Para vestirte de verde
Y vivir un mundo nuevo
.
Poder subir por tus piernas,
Llegar hasta tu cintura,
Y enredarme en tus caderas
Para hacerte mil locuras.

Recorrerte beso a beso,
Desde los pies hasta el pelo,
Y susurrarte al oído…
Lo mucho que yo te quiero.

Allí juntito a tu boca,
Crear una rama nueva,
Que te hiciera todo aquello
Que a mi el pudor no me deja.

Tanto como yo he vivido,
Ahora me mata la sed,
De hacerme tu enredadera,
De cubrirte todo el cuerpo
Y que el verdor no se pierda.

Ana Olmo

rompiendo rejas



Yo espero falso amante, tu porfía
En florido amanecer, de amor sobrado.
Semejanza fiel, de flor y beso,
Pálida mejilla, de lirio desmayado.

Entre barrotes de amor, va pasando su vida,
Pobre corazón preso, que volar desea.
Para llevar a su amado, un dulce beso,
Que voluble escapó, rompiendo rejas.

Dejando el corazón, clavado al suelo,
Con perfumada rosa, y sus espinas.
Jacinto enamorado, que devuelve,
Al frío lirio, el fragante color de sus mejillas.

Ya no se moja el lirio, de rocío,
Y en copa de cristal, mi savia bebe,
Viento que sopla, gélido y frío,
Y un corazón, que busca aire caliente.

Ana Olmo

Romeria


ROMERIA

Caerá la noche
Vendrá un nuevo día
Tórtolas que cantan
Llenas de alegría.

El sol que calienta
La tierra fecunda
Brotan las semillas
Que riegan las lluvias.

Va pasando el tiempo
Se acerca el verano
La era está presta
Para airear el grano.

El pueblo orgulloso
Ora en las ermitas
Sacan a la virgen
Que es la peregrina.

Hacen la novena
Para darle gracias
Por la gran cosecha
Que en la era aguarda.

Pronto se preparan
Para un crudo invierno
Cuando el año es bueno
No pierden el sueño.

Y así van pasando
Las gentes del pueblo
Semanas y meses
Años y quinquenios.

Transcurren los días
Todos son iguales
Y los mozos emigran
A grandes ciudades.

Ana Olmo

Tres pasiones



Sentada…
En una esquina de mí lecho
Abrazada a la libreta
Y un lápiz entre los dedos
Intento desahogar
Un día aciago y triste
Alimentado por amor
Odio y despecho.

Amor… porque cuando te vi…
Me enamoré,
Odio… a la vida…
Porque te deseo y no te tengo
Despecho…
Porque ya tienes mujer a quien querer,
Y yo no sé que hacer…
Para sacarte de mis sueños.

Cuento las horas…
Y los minutos de la noche
Y se me hace eterna
La oscuridad amarga y silenciosa
Solo un rayo de luz
Mana de no sé donde
E ilumina mi mano
Para escribir mis cosas.

Tengo tantas cosas que ofrecer,
Que en mi mente…
Se agolpan con los sueños
Sueños de querer y no poder
Estar toda la vida
Disfrutando de tu cuerpo.

Me duele el pensamiento
De tanto imaginar
En mis horas vacías
Lo mucho que te quiero
Una gran falla
Divide mi corazón
Que separa…
La conciencia y los deseos.

El deseo me empuja
Y me lleva junto a ti,
La conciencia me avisa
Y me apunta con el dedo
Haciéndome
Culpable por querer
Beber el dulce néctar de tus besos.

Ana Olmo

domingo, 20 de marzo de 2011

Rojo fugo


Como me gustaría, contar a los cuatro vientos,
Contarle bajito y claro, lo mucho que yo te quiero,
Decirles que por la noche, en mi habitación y a oscuras,
Lo mismo que una luciérnaga, se ilumina tu figura.

Que tu eres fuego, y yo tea,
Tú eres rivera y yo río,
Y que tú tienes el néctar, que calma los labios mío,
Tú eres torrente, y yo el remanso,
Tú la primavera, en su color primero,
Y yo, el cansado otoño, que te da colores nuevos.

Ocres, naranjas, y grises, calabaza, y rojo fuego.
Tú eres la orgullosa rosa,
Que preside mi florero,
Yo un humilde tulipán, que se muere por tus besos,
Besos que afloran sonrientes,
Entre tus carnosos labios,
Pero me tienes atado entre tus divinos brazos.

Se me derrite la piel recordando en mis silencios
Ese cuerpo lujurioso, esas curvas y esos besos
Abrázame amada mía y deja que con mis manos
Vaya modelando el viento que revolotea a tu lado.

Ana Olmo

Rojo fuego

Rojo amanecer


Desde mi ventana veo, un rojo y bello amanecer
Solamente comparable, con tus formas de mujer
Necesito de tu aliento, para seguir respirando
Tus manos sobre mi pecho, tus labios sobre mis labios

Embriagado de tu aroma, deambulo todo el día
Pronto llegará la hora, que yo pueda hacerte mía
Con tu traje blanco, tu velo en la cara
Andares de reina, y sonrisa de ada.

Tu padre me mira como si dijera, cuida de mi niña
Por que es mi princesa.
Me acerco a tu vera, te levanto el velo
Me miro en tus ojos, temblando de miedo
Como en una nube, los labios te beso.
Tu servil lacayo, contigo me siento.

Ana Olmo

Rie el corazón


Ríe mi corazón rebozante de alegría,
Mis ojos reflejan rayos dorados cuando nace el día
Cuando tú recuerdo que alimenta mi mente
El tiempo que paso contigo se hace muy corto pero suficiente.

Luego me quedan los dulces recuerdos en el día a día,
Me gustan tus ojos dos trozos de cielo que alumbran mi vida
Tus labios carnosos tus dientes perfectos igual que el teclado
Que puede tocar dulces melodías.

Recuerdo tus manos suaves y haladas sobre mis mejillas
Luego dulcemente bajan por mi espalda y me desafías
Me estrujas me besas me apartas y miras
Y yo correspondo a tu reto, moviendo caderas, coqueta y altiva.

Son estos momentos que cuando estoy sola me arrancan sonrisas
Me llenan de gozo y brillan mis ojos de pura alegría
Es tan corto el tiempo que puedo tenerte para mi solita
Pero me conformo por que te disfruto
Como si en cada segundo que estoy en tus brazos me fuera la vida.

Ana Olmo

Riachuelo limpio


Riachuelo limpio que vas corriendo
Por un valle quemado por mis deseos
En ti veo el reflejo de la amargura
De mi rostro maltratado por la locura

Locura de un amor que sin futuro
Sumerge mi razón en un mundo oscuro
Riachuelo limpio que en tus aguas claras
Se mira mi amor muy de mañana

Cuando ante ti se arrodille y beba en tu lecho
Por favor riachuelo atrápalo dentro
Guárdame su reflejo en un remanso
Donde la lluvia ni el viento puedan borrarlo
Que quiero riachuelo mío poder mirarlo
Y disfruta de su imagen en soledad

Traspasa riachuelo el dulce reflejo
A mi corazón triste que hará de espejo
Que con ansias de loca lo acogerá
Y guardado en mi pecho siempre estará

Ana Olmo

Retazos de mi vida


Jamás pude imaginar, que cumplido los cuarenta
Me diera por practicar, y calibrar mi torpeza
Fui niña de casa pobre, nunca pude ir a la escuela
Yo cuidaba a mis hermanos, como una madre pequeña.

Me casé con veinte años, a los veintiuno fui madre
Y me quedé sorprendida, no quise ayuda de nadie
A los treinta ya tenia, mi familia numerosa
Dos hijos que son muy guapos, y dos hijas muy hermosas.

Cuando ya fueron mayores, pensé que hacer con mi vida
Siempre estuve trabajando, y ahora casi me aburría
Empecé a ir al gimnasio, para completar mis días
Se fortaleció mi cuerpo, llenándome de alegría.

Fui abuela karateka, y la gente se reía
Pero a mí no me importaba, estaba viviendo la vida
Fui cabezona y valiente, aguantando las palizas
Y las patadas y golpes, que me daban cada día.

Aguanté catorce años, ahora soy cinturón negro
Lo he tenido que dejar pues ya no aguanta mi cuerpo
Ya tengo sesenta y dos, son muchos años vividos
Luchando por la familia, y cuidando de los hijos.

Pero sigo en mi gimnasio, el deporte no lo dejo
Hago pesas y aerobic, hago step y bicicleta
Pero lo que más me llena, y lo que más me asombró
Fue cuando me regalaron, los hijos mi ordenador.

Empecé como de broma, a escribir lo cotidiano
Le fui cogiendo el gustillo, mientras iba practicando
Con esto que estoy contando, quiero decir a la gente
Que todo el que quiere puede, que nadie es tan diferente.

Si algo no se…pregunto, a quien me pueda enseñar
Mi maestra fue la vida y mis ganas de luchar
Señores ya conocéis, el periplo de mi vida
Que fue dura en su comienzo y ahora es muy divertida.

Ana Olmo

Respeto en la memoria


Campo santo, campo santo
Tu que en el mes de noviembre
Brillas con gran esplendor
Entre flores y entre gente.

Campo santo que a diario
Gozas de paz y concierto
Por qué la gente en noviembre
No deja en paz a los muertos.

El campo es un hervidero
De gente cargada de flores
Unos hablan a los muertos
Y otros cambian los jarrones
Donde yace el ser querido
Que ya no tiene temores.

Para recordar a un muerto
No hace falta tanta historia
Cariño en el corazón
Y respeto en la memoria

Dejad que el muerto descanse
Su cuerpo sobre la tierra
El hombre en su día fue polvo
Y polvo es sobre la tierra.
Ana Olmo

Requiem


Se mecen mis pensamientos
Como las ramas de un sauce
Con silbidos de lamentos
Cuando las agita el aire.

Se mece y no sé muy bien
Si es que baila o se retuerce
Pues la música que escucho
Es el réquiem de la muerte.

Ya no escucho las palabras
Y me agita un viento frío
Acero gris de guadaña
Que recorta mi albedrio.

Ya se borran los caminos
Que mis pies fueron grabando
Y un lago de nebulosa
De los pies me va arrastrando.

Me recoge la señora
Tapándome con túnica de horror
Erigiéndose en mí tutora
De la tierra me borró.

Ana Olmo

sábado, 19 de marzo de 2011

Reinado efimero


No se antepone el que quiere, si el que puede,
Y otros sin quererlo, predisponen,
Sin el más mínimo esfuerzo, dejo al viento,
Que con sus ráfagas, se borren mis temores,
.

Sometido súbdito, de un reinado efímero,
Aguarda sereno lo desconocido,
En la noche silenciosa, soñar quiero,
Con el mundo que me depare, mí sino.

Siguiendo mi destino, caminare en la noche
Y en el manto negro de la parca, volar temo,
Busco en las sombras, la estela de los dioses,
Que guiaran mi cuerpo, al sueño eterno.

Inevitable y triste, es que un día me llame,
Pero yo quiero estar, donde me encuentro,
Ni más alto, ni más bajo, y pido a dios,
Que me deje suspendido, en tu universo:

Una estrella, y otra estrella, apresurada,
Tallan el camino, con mi envejecimiento,
Con qué velocidad, pasan los años,
Y vienen los ciclos, de faltas de entendimientos:

Ana Olmo

Reflexión


Mamá cómprame este libro
Quiero aprender a leer
No quiero ser de la calle
Como mi amigo Javier
He estado pensando madre…
Que pronto seré mayor
Y quiero saber leer
Tener modales y educación.

Madre yo no quiero ser…
Un niño más de la calle
Por que la calle es muy triste
Y eso no me gusta madre
Hoy por hoy me siento niño
Pero pronto creceré
Y cuando yo sea un hombre
Quiero que estés orgullosa
De mi manera de ser.

Me han dicho que de los libros
Se aprende todo lo bueno
Y que de las calles tristes
Sacamos solo veneno
En estas calles del miedo
Se perdieron muchos niños
Algunos ya mayorcitos
Pero no volvió ninguno.

¿Qué abra sido de ellos madre?
Me da pánico pensar
Que por jugar en la calle
Nos podamos separar
Por eso yo quiero madre
Ir cada día a la escuela
Ser bueno con mis amigos
Portarme bien con la abuela.

Y a ti madre que me escuchas
Con la paciencia infinita
Decirte como te quiero
Que en mi alma te llevo inscrita.
Ya no tengas miedo madre…
No sufras por mi tardanza
Que de hoy en adelante
Siempre vendré pronto a casa.

Deja un rincón para mí
Donde yo pueda poner mis libros
Que de ahora en adelante
Ellos serán mis amigos.
Ana Olmo

Recuaerdos 2


Tristeza que yace inerte
En mi alma apesadumbrada
Llámese como se llame
La suerte la tengo echada.

Caminando la tristeza
Suelta los pies al andar
Hecha un paso hacia delante
Y tres pasos hacia atrás.

Soy como el perro sin amo
Errante en su caminar
Buscando esa mano amiga
Que calme mi soledad.

Que sola me siento a veces
Y me invade la apatía
Es entonces cuando noto
Que mi mano cobra vida.

En mi rincón me cobijo
Entre libros y recuerdos
Todo pasa por mi mente
Cual película de miedo.

Ya se avecinan los tiempos
Ya diviso en las cortinas
Que ya sopla ese mal vientos
Que tanto dañó a mi vida.

Ahora aprovecho el ocaso
En mi rincón favorito
Para escribir mis poemas
Y plasmarlos en un libro.

Ana olmo

Recuerdos 1


Quiero completar mi vida
Con tu amor y mis recuerdos
Somos jóvenes y activos
Disfrutemos el momento
Adorna nuestro lecho
Con pétalos de rosas…
Que las sabanas de raso
Acaricien nuestro cuerpo
Los años pasan rápido en el tiempo
Y se pierden las ganas de ganar el juego:

De la piel se pierde…
Su nitidez y tersura
Del corazón…
La pasión ardorosa y los deseos
Nuestros cuerpos pierden la seguridad
Y la cabeza…
Se hace lenta en los reflejos
Lo que antaño fuimos
Jamás volveremos a ser
Y entre nosotros…
Solo quedaran recuerdos
Por eso te digo amor…
Que aprovechemos el tiempo
Y nos bebamos a chorro
Este amor que nos tenemos:

Disfrutémoslo hasta el éxtasis
Sin fuerzas para tenernos
Y cuando los dioses vengan
A reclamar nuestros cuerpos
Juntos nos encontrara
En nuestro lecho nupcial
Secos de haber conseguido
Que de tu cuerpo y el mió
Brotaran las rosas rojas
Que cubrirá nuestro sepulcro
Cuando la parca nos coja:

Ana Olmo

viernes, 18 de marzo de 2011

Recuerdame


Recuérdame cuando el silencio te hable
Y si tus labios fríos rozan la copa
Recuérdame cuando cante el viento
Y huelas el perfume que dejan las rosas.

Recuérdame cuando tengas hambre
De besos y abrazos y sonrisas frescas
Recuerda mis manos volando tu vientre
Y se irán las sombras que hay en tu cabeza.

Recuérdame amor por que yo lo hago
Te recuerdo a ti en cada momento
Te veo en la penumbra de mi alcoba blanca
Y siento tu boca bebiendo mi aliento.

Recuerdo tu risa cuando corre el agua
Y mana cristalina como ave canora
Que canta en mis sueños de anhelos dormidos
Dejando mi cuerpo a merced de la aurora.

Recuérdame si al despertar el dia
Te recorre el cuerpo un escalofrío
Recuerda que siempre te acogí en mi cuerpo
Dándote calor y haciéndote mío.

Y si al recordarme pierdes el aroma
Que dejó otro cuerpo al gozar contigo
Piensa si tu mente quiere que me niegues
Y si olvidar puedes todo lo vivido.

Recuerda los años que te he regalado
Y el amor tan grande que viví contigo
En como me amaste y como te amé
Y que jamás podremos dejar en olvido.
Ana Olmo

Rabia oculta


De mis ojos, la mirada,
De mis manos, las caricias,
De mis labios, dulces besos,
De mi boca, la sonrisa.

No me escondas, la mirada,
Posa tus manos en la mías,
Dame tus dos labios rojos,
Que tu boca es mi alegría.

No me llamas, ni me escribes,
Y rechazas mis palabras,
Te andas haciendo el Lorenzo,
Por que tú ya no me amas.

Me miras con rabia oculta,
Tus manos son garfios negros,
Acostúmbrate a mi cuerpo,
Por que yo si que te quiero.

Sabes que soy cabezona,
Que nunca cejo en mi empeño,
Que tú a mí me gustas mucho,
Y que siempre consigo. Lo que deseo.

Ana Olmo

Quiero volar


Ayúdame viento, que quiero volar,
Cruzar los océanos a través del tiempo,
Darle mi calor, para derretir,
Ese frío glaciar, que lo tiene preso.

Su aliento es tan frío, que apaga mi hoguera,
Su mirada gris me va desvistiendo,
Dejando mi cuerpo, a merced de sus manos,
Que son brasas rojos, del más negro infierno.

Ayúdame viento, para no volver,
Arrastra mi cuerpo, si andar yo no puedo,
Ya perdí mi orgullo, y de tanto llorar,
Fui creando un lago, muy profundo y negro.

Buscando las formas, malgasté mi vida,
Y nunca hallé nada, suficiente bueno,
Que aplacar pudiera, su más bajo instinto,
Y en preñada lucha, malgasté mi tiempo.

Hoy me siento libre,.. Pues me libero,
De un certero golpe, que ya no recuerdo,
En un lago rojo, sumergió mi espíritu,
Sin que yo pudiera, derretir el hielo.

En breves segundos, repase mi vida,
Nada dejo atrás, ni nada me llevo,
Pues perdí mi tesoro, dado a manos llenas,
Y el me dio un cuchillo, clavado en mi pecho.

Ana Olmo

Quien te cuida


QUIEN TE CUIDA
Un ángel te rozo sin darse cuenta
Con su mano quito luz a tus mejillas
Y unos ojos inocentes se apagaron
Guiados por la estrella que más brilla.

Entre espacios sin color oigo tus risas
Oigo tu voz que se enreda con el viento
Ya eres libre…podrás ser huracán o brisa
O la mezcla de un todo en mi recuerdo.

No dejes enfriar en tu cuerpo mis caricias
Aunque el frio te congele el pensamiento
Déjate caer como la lluvia fría
Y arrímate al calor que da mi cuerpo.

Espérame sentada en una estrella
Dame tiempo para expiar mis hechos
Y cuando todo esté en Angulo perfecto
Haz que brille de amor que voy tras ella.
Ana Olmo