En las altas cumbres, sentada en la cima,
Contemplo la iglesia, que está derruida,
Mi fantasía vuela, a tiempos pasados,
A un pueblo fantasma, que el tiempo ha borrado.
Leyendas de puertas, a otras dimensiones,
De agujeros negros, y desapariciones,
De gente que fueron, a pasear sus campos,
Y nunca volvieron, ni fueron hallados.
Me gusta pensar, como era este pueblo,
En sus habitantes, y como vivieron,
Junto al precipicio, hay una gran roca,
Y encima las ruinas, de una casa rota,
Desde allí se ve toda la comarca
Entre blancas nubes, la niebla descarga.
Es un lugar de ensueño, de paz, y de calma,
Que te da energía, y se llama,( La Mussara.)
Caluroso en verano, y frío en inverno,
Pero en primavera, aquello es el cielo.
Ana Olmo
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