No esperes nunca que te fluyan las palabras
En mesa redonda de letrados comensales
Necio bufón que sin lengua se adormece
Entre personas de intelecto superior.
Fuera de contexto y rompiendo compostura
Pues tu vocablo solo es sexo y desamor
Nunca sentirás la gloria de hacer la victoria tuya
Ni de seguir la retórica con arte de buen orador
Yo espectadora que aparte observo desde un rincón
Lo veo necio y pequeño, bufonero y dormilón
Encadenado a su suerte y preso en el torreón
Que el mismo ha edificado de miedo a su alrededor
Sus palabras temblorosas cuando quiere pronunciar
Le ahogan en la garganta y siempre da marcha atrás
Con la mirada baja, por que no tiene
Espíritu de lucha y siempre pierde.
Luego culpa al destino diciendo !que es mala suerte¡
Ana Olmo
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