Me ha dicho la luna que te vio llorando
Al pasar rozando junto al portalón
Que tú la mirabas con aire perdido
Y soltando un suspiro le dijiste adiós.
Me ha dicho la luna que ya nadie ronda
Tu ventana triste que da al callejón
Que son tus dos ojos como cirio ardiendo
Que un soplo de viento un día apagó.
Me ha dicho la luna que te vio rogarle
En tus soledades de gran desamor
Que alumbre las calles y las avenidas
Para ver si vuelve aquel que marchó.
Sola en tu aposento bordas los recuerdos
Tus manos parecen dos palomas blancas
Que van dando vida a palabras y besos
Tejiendo colores entre filigranas.
Me ha dicho la luna que te vio llorando
Entre nubes blancas de holganzas y rasos
Que enfrías tu cuerpo de tantos deseos
Y lo guardas en un cofre junto a los fracasos.
Me ha dicho la luna que te vio sufriendo
Que noche tras noche lanzabas suspiros
Y se fue apagando la luz de tu cuerpo
Aferrada al marco negro del olvido.
No te culpes niña de amar con locura
Culpa a la quimera que forjó tu mente
Pues nunca existieron besos ni caricias
Ni el hombre que esperas y crees ausente.
La locura niña se adueñó de ti
Dejando tu cuerpo preso entre los sueños
Y tras los barrotes del frio manicomio
Sigues esperando anclada en el tiempo.
Ana Olmo
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