Pablo y Andres

En un pueblecito blanco, de calles estrechas y empinadas vivía una familia que tenían dos hijos
Pablo y Andrés, este pequeño pueblo tenia muy pocos vecinos, y Pablo y Andrés casi no tenían amigos, junto a la falda del pueblo pasaba un río de abundante agua transparente y limpia, tan limpias… que podía verse los peces y las ranitas en el fondo pedregoso.
Un día Pablo y Andrés pensaron en hacer una excursión, y preguntaron a su madre.
¡¡¡Mamá, Mamá!!!.... ¿Nos dejas hacer una excursión? – dijo Pablo- ¿Adonde? –Preguntó mamá- queremos bajar al rio, ¿podemos mamá? -pues…. No sé –dijo mamá. Andrés es muy pequeño y me da miedo que caiga al río.
¡Yo lo vigilaré y cuidare de el! Lo prometo mami. Bueno dijo mamá os preparo merienda, pero no vengáis muy tarde, ¡no mamá lo prometemos!
Y asi fue como Pablo y Andrés hicieron su primera excursión a solas.

Al llegar al río había un señor pescando, y tumbado en la hierba fresca un enorme perro negro y blanco muy peludo, buscando la sombra de un sauce llorón.
Los niños llegaron corriendo y alborotando. Tsiiiii…. No gritéis dijo el señor, que asustáis a los peces, el perro levantó un ojo y movió la cola pero siguió durmiendo.
El señor le pregunto, ¿Cómo os llamáis chico? ¡El es Andrés y yo soy Pablo! ¿Y usted como se llama? – Pregunto Pablo- bueno podéis llamarme Jacob, ¿Cómo se llama el perro? El es…Haku, es un perro muy grande y cariñoso, -señor Jacob…creo que a Haku le gustaría jugar con nosotros, -dijo Andrés- ¿podemos? ¡Bueno pero alejaros un poquito que no me espantéis a los peces!
Pablo dijo…¡¡¡vamos Haku, vamos a jugar!!!
¡¡¡Guau, guau ! Ladro el perro y fue corriendo tras ellos.
Andrés corría y corría, pero poco a poco se fue quedando rezagado, ¡¡¡vamos!!! Grito Pablo.
Vamos mas abajo que veremos los peces, huf ya voy… -dijo Andrés pero no corras tanto.
Pero Pablo se sentía tan feliz que no oía a Andrés, y no se daba cuenta que se quedaba muy atrasado, -de pronto Haku se para y hace… guau, guau, guau… tienes razón Haku tienes razón
El pobre Andrés está muy cansado esperémosle.
¡Estoy muy cansado! -dijo Andrés- ¿por qué corres tanto? perdona ya no corro más hermanito.
Iremos andando y buscaremos un ribazo tranquilo, fueron mirando y pronto encontraron un campito de césped, Haku como si entendiera se tumbo todo lo largo que era y apoyó la cara en las patitas delanteras.
¿Cómo estas Andrés? Dijo Pablo-¡estoy bien pero tengo hambre! Bueno ahora nos comemos los bocadillos… Pablo abrió la mochila y saco los bocadillos, ¡mira Andrés! son de mortadela como a ti te guasta, ¡¡¡que bien, que bien!!! Haku que olió la mortadela se fue arrastrando hasta ponerse al lado de Andrés, y le daba con la patita como diciendo…yo también quiero.
¡mira Pablo ja,ja,ja, me está pidiendo ja,ja,ja,y Andrés le dio un abrazo a Haku… y le dijo al oído
Tsssiiii… no te preocupes que yo te doy del mío.
Y Haku le dio un lametón en la cara para agradecerle el gesto.
Luego se bañaron y jugaron en la hierba hasta quedar rendidos, y fueron a devolver a Haku,
¡Hola señor Jacob! Lo hemos pasado muy bien, y Haku es un perro estupendo y muy buen amigo, gracias señor…lo hemos pasado muy bien.
No tenéis que dármelas mi perro también ha estado feliz, podéis jugar con el siempre que queráis pero siempre pidiendo permiso a vuestros papás, ¡bien seño así lo haremos!
Llegaron a casa felices y eufóricos, ¡¡¡Mamá, Mamá!!! Ya estamos en casa ¡Hola hijos! ¿Qué tal lo habéis pasado? Muy bien mamá hemos conocido al señor Jacob, y a su perro Haku, y nos ha dicho que podemos jugar con Haku siempre que queramos, podremos… ¿verdad mamá? Bueno si os portáis bien… ahora a cenar.
Esa noche Pablo y Andrés soñaron con prados verdes y su amigo Haku, y fueron los niños mas felices del pueblo da las casas Blancas. Fin.
Ana Olmo