La inocencia voló con tus manos
Y un eco lejano rompió mi dolor
Que se fue por las calles del tiempo
Sembrando lamentos en mi corazón.
En mi mente callada y ausente
Surgió de repente primavera en flor
Y libé como abeja indolente
Esa miel caliente que me dio tu amor.
Cual veneno que emponzoña el aire
Como embrujo ciego mi cuerpo secó
Se perdió la alegría y donaire
Que desde la cuna Dios me regalo.
Ana Olmo
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