Se funde en la negrura de la noche fría
La escarcha cristalina del dolor
Soñando con su amor su cuerpo retorcía
Y su vientre se agitaba de pasión.
Del pubis a la frente tejiendo en armonía
Con hilos de recuerdos el bordón
Con el manto azul del cielo se cubría
Protegiendo de amarguras la razón.
En frío invierno se tornó la primavera
Voces de silencio arrullan su rincón
Donde escribe a diario sus rimas y poesías
Y oye silbar al viento… ecos de desamor.
Pierde su cuerpo la blanca lozanía
Jugando quiere esconderse en su jubón
Nómada y trovador de viejas letanías
Templando vas las cuerdas del Laúd del corazón.
En la negrura de la noche fría
Con la mente celosa vigilo su balcón
Pidiéndole a los dioses valentía
Para sacar celos negros del corazón.
La blanca nebulosa que sirve de corona
Al palio compañero de su flor.
Pétalos de sangre se arrancan con el viento
Y en una coraza roja camufló todo el dolor.
Ana Olmo
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