Gime el viento

Gime el viento, escalando la cumbre,
Y aparta la nube, que tapa su cara,
Atraviesan su estela, los rayos del sol,
Que le dan calor allá donde valla.

Funde la nieve, el sol con sus rayos,
Para ver la tierra, y abrir sus entrañas,
Y desde la cumbre, brotan juramentos,
Escupiendo la tierra, una roja lava.

En su caminar bajando la montaña,
Buscando el subsuelo, más débil y blando,
Va excavando cuevas, y negros laberintos,
Y profundos túneles, atrás va dejando.

Arabescos de lava, van cayendo al agua,
Buscando en el mar, el frescor salado,
Igual que el encaje, que sale del bolillo,
Se forman atolones, con acantilados.

Si yo fuera el viento, escalaría tu cuerpo,
Buscaría la cumbre, en ráfagas largas,
Tu boca es el cráter, que suelta el calor,
Y es en mí dolor, donde busco el agua.

Azul son tus ojos, lo mismo que el mar,
Rojo son tus labios, igual que la lava,
Yo seré el atolón, de encaje y volantes,
Donde enfriar puedas, tu ardiente mirada.

Ana Olmo