
Un árbol con lánguidas hojas, se mece sediento.
En un trigal verde, amapolas rojas le danzan al viento.
Montaña escarpada de peladas rocas,
En un hueco un nido,
Y en el nido un águila que otea la costa,
Más abajo el mar, con murmullos blancos,
Son las gaviotas que graznan pescando.
Una voz suave susurra a tu oído,
Palabras muy dulces que nunca as creído.
Detrás de unos besos falsos y engañosos,
Puñales de acero, haciendo destrozos,
En un corazón dolorido y roto.
Las calles desiertas, aisladas farolas,
Los enamorados pasean a solas,
Y la oscuridad se hace su aliada,
Ofreciendo amparo a turbias miradas.
Mientras, en los picos de verdes montañas,
Las cumbres nevadas van llorando agua,
Agua necesaria para el ser humano,
Y sin miramientos la desperdiciamos.
Todo está cambiando y no nos damos cuenta,
Las persona el clima, la vida, incluso la ciencia.
Nuestra hermosa flora, y la fauna autóctona,
Se mezclan y pierden, luchando con otras,
Que buscan salida,..
Haciéndose un hueco y mejorar sus vidas.
Pero eso no importa si existe respeto
Y si este camino lo andamos derecho,
Y si valoramos lo que ya está hecho
Nos damos las manos, y echamos el resto:
Ana Olmo
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