Septiembre triste, que esperas la llegada
De un mayo, florido y ardiente
Joven galán de cuerpo enjuto, ojos soñadores
Y brazos fuertes.
Que cubra con un beso, sus noches frías
Y abra el portillon, cerrado de septiembre
Que grandes chorros broten, de su potente quilla
Alegre y juguetón, lo mismo que un torrente
Inmensa muchedumbre, que en el amor, nunca esta sola
Siempre hay alguien, que lucha por la vida
Así sucede cada día, en la vida de septiembre
.
Mayo complaciente, modera sus deseos
Con pasos cadenciosos, busca la flor insatisfecha
Toma su tiempo, y aprende de septiembre
A emerger a la vida, y buscar a tientas.
Penetrando en la cueva, para recobrarse
Y al instante el corazón, libremente al cielo, vuela.
Ana Olmo.
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