sábado, 19 de febrero de 2011

Los conejos de la rotonda


En un barrio de una ciudad cualquiera, en una rotonda verde y bonita toda cubierta de yerba
Vivian dos conejitos los dos de color arena, ¡un día! Al salir de la hura muy temprano a pasear… ¡¡¡oh!!! Maravilla de las maravilla. Comiendo su yerba había un conejo negro y grande, con unas orejas laaargas que le llegaban al suelo.
Se acercaron al conejo negro moviendo el hociquillo y olfateando el aire.
Estos dos conejitos se llamaban Kiko, y Kika, se acercaron muy, muy despacio y levantaron-
Las dos manita saludando. ¡¡¡Hola!!!- dice Kiko- ¡¡¡Hola!!! –Contesto con voz ronca el gran conejo- ¿tu quien eres, como te llamas…que haces en nuestra rotonda?.... Despacio amiguitos
Que la rotonda es muy grande y cabemos todos…con testo el conejo negro.
Yo me llamo Chiki, y vivía con una familia que tenia cuatro hijos y un perro llamado Chulin
Pero ya se han cansado de mi, y me han dejado abandonado aquí, decían que no podían atenderme, ni alimentarme, pero chicos estoy muy asustado… se acerca el invierno y pronto-
Hará mucho frio, no se que va a ser de mí… ¿y por qué tienes las orejas tan largas?… preguntaron, -¡no sé dicen que soy un conejo beliers! Pero no se que quiere decir, ah!!!
Bueno pues no te preocupes, nosotros tenemos una hura muy grande y confortable, te puedes quedar con nosotros. Vamos a dar un paseo y te enseñamos la rotonda.
Iban paseando cuando de pronto…¡¡¡hoooo!!! Una conejita beliers blanca y parda preciosa –estaba temblando asustada, ¡¡¡Hola como te llamas!!! –Dijo Chiky- ¡me llamo kay! ¿Y vosotros? Chiky muy nervioso le dijo ven que te presento…este es Kika, esta es… Kika, y yo me llamo chiky. Y susurrándoles en la oreja a los otros conejos les dijo. Nos la podemos quedar…
Me gusta para compañera. ¿Qué os parece?... hummmm… pensaron los otros, bueno que se quédela hura es suficiente para los cuatro.
Y desde entonces, los cuatro amiguitos se les ven todos los días paseando y comiendo la yerba fresca de su rotonda, y todas las personas cuando pasan, miran a la rotonda para ver a los cuatro conejitos, que ya son conocido como… ¡¡¡los conejos de la rotonda de San Pedro y San Pablo!!! Y allí viven felices y pronto tendrán sus hijitos… y todo el mundo mirará para la rotonda cuando pasen, para ver lo lindos que son los conejitos. FIN
ANA OLMO

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