Hoy te escribo un poema de amor sincero
Disfrutando de una tarde imaginada
Cansado el corazón y el pensamiento
De tanto dar amor, sin ser amada.
Trovador de mis días otoñales
Que con manos de experto tocó mi lira
Perdida y olvidada, mi edad adolescente
Volviste a tensar, las cuerdas de mi vida.
Tus ojos desafiantes, y solapada sonrisa
Fueron despertando, en mi cuerpo los deseos
Campana vieja, en una torre olvidada
Que alegremente, su sonido tañe al viento.
Tañe campana, y lanza este poema
Que como un manto de aire, al trovador envuelva
Pobre corazón, que con el paso de los años, a su manera
Escribir quiso, en las hojas del viento su quimera.
Ana Olmo
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