Levanta la mirada al cielo, y ve la cima
A sus pies como esclavo suplicante un gran pantano
En el centro un pino solitario de alma yerta
Que espera impaciente su regalo
Llega mayo y hay tormenta sobre la cima
Uno a uno los torrentes van llegando
Una oveja mordisquea la poca hierba
Y un clamor de agua, inunda el campo
Poco a poco va desapareciendo el pino
Y una nube negra le manda una sonrisa
Los torrentes ya están llenando el pantano
Y el esclavo da las gracias y se retira
Satisfecho del regalo de su amo.
Ana Olmo
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