sábado, 29 de enero de 2011

La boca del teide


Un año más saludo al océano bravío,
Cuando con sus oleajes y espuma
Viste de novia estas playas negras,
Con encajes blanco de seda y sal
Luce la isla que huele a algas,
Y susurran isas…
Desde el mirador, contemplo la isla en silencio,
Y la soledad, me habla de tiempos pasado,

De días felices…
Que se forjaron con sueños de duende,
Siento y veo subir la espuma
Por el acantilado,
Y los besos del viento
Enfría mi cara de mirada triste,
Pues el corazón lánguido, se quema por dentro,
Crece la amargura, que atrapa mi mente,
Y nada en el océano, de las olas del miedo.

Una vez más, me sorprende la belleza de la isla,
Con una gran explosión, de colorido floral,
Primavera perenne, atrapada y presa,
Que enamora, a todo el que visita la isla,
Lugar apacible, para el descanso y soñar…
Soñar quiero, confundiendo realidad o fantasía.

Todo es tan bello…
Que seduce y atrapa los sentidos,
Como la araña, que atrae a la mosca
A su temblorosa morada,
Háblame silencio…
Que quiero escuchar tu voz,
Y con los vientos alisios
Volar hasta tu boca amada,
Robarle su calor para que el corazón,
Vuelva una y otra vez…
Con pasión de enamorada.

Ahora me despido, sin decir adiós,
Por que yo no se, si volveré mañana,
Un beso le doy a tu mar azul,
Y un abrazo fuerte, a tus verdes montañas,
A toda la isla, le dejo el calor,
Cuando el sol refleja, al Teide y sus cañadas.

Ana Olmo

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