Hay amigos leales de corazón
Con los que puedes contar
Si en la vida, la suerte se te tuerce
Siempre están para ayudar
Otros son de tomar copas
De charanga y borrachera
Aprovechados parásitos
Que nunca abren la cartera
Está el amigo del alma
A quien le cuentas tus penas
Que se sienta y que te escucha
Y que nunca te ratea.
Otros son los envidiosos
Bolas de ponzoña
Con malas intenciones
Que van por delante de ti
Abriéndote, socavones.
Líbreme dios del amigo
Que gesticula a mi espalda
Que ríe cuando me giro
Y que no me da la cara.
De aquel que cuando saluda
Su mano es sudorosa y blanda.
Un amigo debe ser
Una mano abierta y fuerte
Un abrazo vigoroso
Y una sonrisa latente.
Un dar mucho y pedir poco
Un amigo, simplemente.
Ana Olmo
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