Pobre caracol que aletargado.
Soportas los rigores, del verano.
Esperando que pasen las calores.
Para dejar, tus babas por los prados.
Vas clavando, los huevos en la tierra.
Ocultándolos, de hormigas y de pájaros
¡¡Con paso lento, muy lento!!
Poco a poco, y superando los obstáculos.
-Pobre caracol escóndete.
No salgas a la luz, que no te vean.
Escóndete del hombre, y de su gula.
Que a muerte, te busca bajo las piedras
No busques caracol, el agua fresca.
Ni dejes tu escondite, por el día.
Si no quieres terminar, en la cazuela.
De algún loco, ó relamido sibarita,
Que se chupan los dedos de placer.
Pues tu carne, en verdad es exquisita.
Ana Olmo
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