Un hombre camina despacio
Arrastrando como puede los pies.
Lleva las zapatillas gastadas
Los pantalones ajados
Y un zurrón en las espaldas.
Pobre de mí se lamentaba
Como me duelen los pies
Tengo la garganta seca…
Y nada para comer
Si yo pudiera cambiar
De mi vida lo vivido
Seria un hombre diferente
Un buen padre y buen marido.
Tener mejor corazón…
Y no hacer daño a los míos
De pronto se desplomo
Y allí murió sin contarlo.
¿Adonde te lleva el vicio?,
A buscar un precipicio
Donde poder despeñarlo.
Ana Olmo
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